Capítulo 6 (James)

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¡Yo flipo! ¡No me puedo creer que tenga que hacer esto!

Se supone que no es más que una broma inocente..., pero la verdad es que estoy un poco preocupado.                                                                                                                                                                       Tengo que pensar en las consecuencias de mis acciones, o más bien, en las consecuencias de los retos estúpidos, pero ingeniosos que propone Joel.    

Todo a empezado esta mañana, cuando Joel tuvo la magnífica idea de jugar a verdad o atrevimiento:

-Jane, ¿verdad o atrevimiento?- pregunta Joel.

-atrevimiento.- responde Jane.

-Vale, atrévete a llamar por teléfono a alguien y decir: "Ya tengo el cuerpo, ¿qué hago con él?"- dice Lynn.

-Claro, pásame mi móvil.- contesta Jane.

Jane marca un número al azar y llama.

-¿Diga?- preguntan por el teléfono.

-Ya tengo el cuerpo, ¿qué hago con él?- contesta Jane.

Todos nos empezamos a reír y tenemos que taparnos la boca para que no se nos escuche.

-¿Perdón?- dice el señor del móvil.

-¿Qué hago con el cuerpo, lo tiro?- vuelve a preguntar Jane.

-¿Esto es una broma o qué?- dice enfadado el señor.

-¿Que qué hago con el cuerpo, joder?- dice Jane.

-Pero bueno, voy a llamar a la policía.- dice el señor cada vez más enfadado.

-Usted también está involucrado. Si caigo yo, usted también.- le advierte Jane.

Entonces Joel coge el teléfono y dice:

-¿Qué haces hablando con mi mujer? Qué eres, ¿su amante?

Y cuelga.

-Pufff... Eso ha sido buenísimo.- dice Grace.

Seguimos jugando.

-James, ¿verdad o atrevimiento?- me pregunta Joel.

-Em... venga, atrevimiento.- repondo.

-Vale, atrévete a pedirle matrimonio a alguien en la calle.- me reta.

-En serio, ¿tú crees que va a haber alguien a las seis y media de la mañana por las calles de Seattle?- digo.

-Bueno, si no hay nadie pienso en otra cosa.- dice Joel.

Salimos de la caravana y, efectivamente, no hay nadie en la calle.                                                                     Vemos una heladería y nos acercamos como niños chicos a ver los helados.

Cuando nos apoyamos en la puerta, esta se abre.

-Vale, nuevo reto: atrévete a ir a la cámara frigorífica y comer helado.- propone Joel.

-Sí me atrevo, pero con una condición: que vengáis conmigo.- respondo.

-Bueno, vale.- contestan todos.

Entramos a la heladería y buscamos la cámara frigorífica.

-Aquí está.- dice Bethany señalando una puerta.

Entramos y nos quedamos asombrados por toda la cantidad de helado que hay.

-Vamos, pasad todos.- dice Grace.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2015 ⏰

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