Capítulo 5 (Bethany)

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Cuando se gira del todo podemos ver que es Peter.

-¿Peter?- decimos todas a la vez.

-¡Ah!- gritamos todas otra vez.

Joel y James salen disfrazados con unas máscaras puestas.

-Sois imbéciles- dice Jane.

-¿Cómo lo habéis hecho?- pregunto.

-Quítate ya la peluca, Peter- dice Grace.

-Bueno, la ouija la preparamos nosotros y, obviamente, éramos nosotros los que moviamos el vaso.- explica James- Luego le pedimos al guardia del parking que colocara un mp3 con las grabaciones de los gritos y el politono del móvil.

-¿Y la mujer pelirroja quién es?- pregunta Lynn.

-¿Qué mujer?- pregunta Joel.

-Como que "qué mujer". Vamos, no te hagas el tonto.- dice Jane.

-La pelirroja con un vestido blanco.- explico.

-Nosotros no sabemos nada de esa mujer.- dice Peter.

Nos miramos extrañados, pero como no tenemos mucha información sobre la mujer, no debatimos el tema.

-Mejor será que volvamos a la caravana.- propone Grace.

-Sí...- murmuramos todos.

Cuando llegamos a la caravana son las cuatro menos cuarto de la mañana, así que nos quedamos dormidos al momento.

[...]

A la mañana siguiente me despierto con los sonidos de las pisadas y las conversaciones de la gente.

Son las diez y veinte, he dormido menos de lo normal.
El monte Rushmore está abierto y estoy deseando ir a verlo.

Empiezo a hacerme el desayuno, pero como soy tan torpe, me tropiezo y caigo la tostadora. Todos se despiertan, o casi todos.

-Bethany, ¿qué haces?- dice Lynn en bajito.

-No hace falta que hables bajo, ya estamos todos despiertos.- comenta Jane.

-No, todos no.- dice Joel señalando a James.

Todos nos reimos.

-Vamos a despertarlo.- dice Peter.

-No- nos riñe Grace.- mejor con una broma.

Cogemos su móvil y se lo ponemos en la mano, después le echamos nata por encima y, ¡voila!, a llamarlo.

-Ring, ring- suena su móvil.

James se despierta, se lleva el móvil a la oreja y... ¡zas!, nata a la cara.

-¡Zas, in your face!- dice riéndose Lynn- eso para que aprendas que no debes meterte con nosotras.

-Oye, que yo no fui el único.- protesta James.

-Ya tendrán su merecido los demás- dice Jane mirando a Peter y Joel con mirada asesina.

James se lava la cara, desayunamos y salimos del parking hacia el monte Rushmore.

-¡Wow! Es enorme.- digo.

-Ya te digo, desde lejos parecía más pequeño.- dice Jane.

-Oye chicos, ¿a qué no os atrevéis a subir por Abraham Lincon?- les reta Grace.

-¿Qué no?, ¡ya verás!- contesta Joel.

-¿Por dónde subimos?- pregunta Peter.

-Por la derecha, ¡corred!- responde James.

Salen corriendo hacia la derecha y nosotras los seguimos.

-Venga, a escalar.- se ríe Lynn.

-¡Qué sí, tranquila!- contesta Peter.

Empiezan a escalar, pero no se les da muy bien.

-¿Nos unimos?- pregunta Jane.

-¿Por qué no?- contesta Lynn.

-Eh, eh, eh. ¿Cómo que si nos unimos?- pregunto atónita.

-Yo no pienso escalar.- protesta Grace.

-Venga, no seáis tontas.- nos anima Lynn.

-Sí, será divertido.- dice Jane.

-Venga, vale.- digo no muy convencida.

Empezamos a escalar, al menos se nos da mejor que a los chicos.

-¡Eh, esperadme, no me dejéis sola!- dice Grace.

-Venga, rápido.- le digo.

Seguimos escalando y después de un buen rato llegamos a la cima, estamos sobre la cabeza de Abraham Lincon.

-¿Hemos superado el reto?- pregunta Peter.

-No, todavía os falta gritar : Somos los mejores y Abraham Lincon es el puto amo.- dice Jane.

-Ja, ja. Que graciosas.- contesta irónicamente Joel.

-Ya estáis tardando.- digo.

Nos que damos mirándolos hasta que acceden.

Se acercan al borde de la cabeza de Abraham Lincon y lo dicen levantando los brazos.

-¿Y vosotros os hacéis llamar guardias?- les dice Joel a los guardias, que no se habían percatado de nuestra presencia ahí arriba hasta que los chicos han gritado eso.

-¡Wow!- grita Grace.

Entonces los guardias empiezan a gritar que bajemos de ahí.
Bajamos rápidamente y salimos corriendo hacia la caravana ya que los guardias salen corriendo detrás nuestra.

-¡Será mejor que nos vayamos ya!- dice James.

Grace se monta en el asiento del conductor y conduce hacia Seattle. Allá vamos.

7 amigos y un volanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora