A ciegas.

235 18 1
                                        

—Si no me dices la verdad no podré ayudarte —dijo el abogado frente a mí—, dime Ayla, ¿qué sucedió?

Me quedé callada unos segundos.

—Él lo hizo —susurré—, yo no debería estar aquí.

—Dime lo que pasó —pidió—, está muerto y las huellas en el arma homicida son tuyas.

—Yo no le hice daño —dije limpiándome algunas lágrimas que bajaron por mis mejillas—, te lo juro Steven, no le hice daño...

—No podemos demostrar lo contrario —soltó un suspiro pesado—, pero te sacaré de aquí, lo haré.

Estoy muy emocionada por traerles este proyecto, es muy importante para mí y me ha ayuda cuando siento que terminaré loca por escribir tanta fantasía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy muy emocionada por traerles este proyecto, es muy importante para mí y me ha ayuda cuando siento que terminaré loca por escribir tanta fantasía.

Los quiero. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A Ciegas. (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora