🌊INQUILINOS🌊

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*Gianna*

Me desperté muy temprano en la mañana. Estaba de muy buen humor, así que me preparé mi propio desayuno.
En cuanto terminé de desayunar fui a un kiosko que había en el jardín, dónde había una pequeña laguna artificial y me puse manos a la obra.

Redacté un anuncio bien elaborado en mi laptop.

*SE BUSCAN INQUILINOS*
*NO MAS DE TRES PERSONAS (DE PREFERENCIA QUE SE CONOZCAN ENTRE ELLAS).
*RENTA A PAGAR MUY BUENA.
*SERVICIOS INCLUIDOS (PICINA, JARDIN CON BUEN MANTENIMIENTO, HABITACIONES CON BAÑO PROPIO, AGUA, LUZ, GAS E INTERNET, SERVICIO DE LIMPIEZA).
*NO HOMBRES.
*NO ASESINOS, ACOSADORES O RARITOS.
*NO SE PERMITEN DROGAS.
*DOCUMENTOS COMPLETOS.
*CITA PREVIA PARA VER LA CASA.

Si.

Era un buen anuncio.

Lo publiqué en varios sitios de internet y ya estaba. Harían sus citas, los podría conocer y seleccionaría minuciosamente a mi nueva compañía (ellos no tenían por qué enterarse que serían mi compañía).

Cerré mi laptop y me cambié para ir a mis clases de fotografía. El curso estaba por terminar, solo un par de días, proyecto final y se terminaba. Era triste, pero me emocionaba terminar y tomar las fotos que me agradaban.

******

-Bien, clase. Hoy iremos a tomar fotografías a la playa. Practicaremos tomar fotos desde lejos y en movimiento.- Dijo el profesor guardando todas sus herramientas de fotografía.

En realidad me emocionaba, siempre y cuando no tuviéramos que meternos al agua. Era una buena práctica en realidad.

Estando en la playa, teníamos que capturar lo que más llamara nuestra atención, por lo cual nos separamos todos y cada uno se fue por su lado. Caminé en dirección a una montaña de piedras que estaba lo suficientemente lejos del agua para sentirme segura. Tomé algunas fotos de cangrejos ermitaños, la arena, el cielo, alguna que otra ola. Había un par de personas lejos, a las cuales también tomé fotos. Escalé la montaña de piedras y del otro lado había un pequeño arrecife. El mar estaba bastante tranquilo, era de día y era muy poco probable que las olas llegaran hasta acá a esta hora del día. Me quité los zapatos (llevaba un short de mezclilla), tomé una bocanada de aire, me armé de valentía y con cuidado avance hacia abajo. Cuando volví a tocar la arena, avancé hasta el poco profundo pozo de agua que había en medio.
Había muchos corales y caracoles, a los cuales también tomé foto, estaba tranquila, ya que, el agua me llegaba a los muslos.

Después de un rato escuché un ruido del otro lado de las rocas.
Empecé a escalar de nuevo hasta estar en la cima. Del otro lado, en la arena había una mochila con ropa encima. Llena de curiosidad avancé hasta la última roca que se acercaba más al mar. Desde ahí vislumbré una cabellera rosa. Era un chico que se adentraba más y más al agua en su tabla de surf.
En cuanto lo ví pararse en la primera ola, con cuidado me recosté boca abajo en la gran piedra donde me encontraba y saqué la cámara.

¡Justo lo que buscaba!

Eran buenas imágenes, el chico de cabello rosa se veía salvaje entre las olas, las montaba con confianza y concentración. No esperé más y empecé a tomar las fotos.

Después de un rato, satisfecha con mis resultados, regresé a dónde todos estaban esperando por los pocos que faltabamos de regresar.
Una vez estábamos dónde se impartían las clases, teníamos que escoger nuestras mejores 5 fotos para presentarlas y ver los puntos de vista de nuestros compañeros.

—Bien, mis mejores fotos fueron estas, espero les gusten tanto como a mi— Dije en cuanto me pare al frente.

La primera fue de un par de chicas muy bonitas hablando entre ellas, la segunda de un cangrejo, la tercera y la cuarta de el pequeño arrecife y la última de aquel surfista pelirosa.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2023 ⏰

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