𝗦𝗚, 02. 𝗢𝗕𝗦𝗘𝗦𝗦𝗘𝗗 | 𝗝𝘂𝗝𝗮𝗲 (𝗧𝗕𝗭)

2O

Las palabras de JeNo todavía resonaban en sus oídos cuando JuYeon dejó la casa de su primo y se metió en su auto.

Se dejó caer en el asiento del conductor, se pasó una mano por la cara.

A veces el amor no es bonito. No es ordenado, y no está perfectamente guionado. No hay ningún molde para el amor. A veces es sucio. A veces es un poco espeluznante. Y a veces duele.

Pensó en la postura abatida de JeNo y su sonrisa forzada. Pensó en la forma en que JeNo miraba a ese chico francés. Entonces pensó en JiMin, y sus otras ex novias. Todas ellas eran hermosas y agradables, pero si JuYeon era honesto consigo mismo, no había sentido con ellas ni una pizca de lo que sintió con HyunJae – y no se refería sólo al sexo. Él no había sentido la irresistible urgencia de tocar, de besar, de atraer más cerca, de estar con ellas. Nunca había tenido problemas para apartar la vista cuando sonreían. Él nunca se había sentido impaciente por verlas. Todas sus reacciones y emociones – habían sido controladas. Previsibles. Superficiales. Y a él le había gustado de esa manera. A él realmente le había gustado.

JuYeon se apartó de sus pensamientos cuando la puerta del pasajero repentinamente se abrió y alguien entró.

El chico francés. JaeMin. Ni siquiera llevaba una chaqueta y estaba cubierto de nieve. Él miraba fijamente a JuYeon. —¿Qué diablos hiciste con él? JeNo está bebiendo, y él nunca bebe. ¡Sea lo que sea que hiciste, vuelve atrás y arréglalo!

Observándolo, JuYeon se dio cuenta de que el tipo no era tan joven como él había pensado. Podría tener la misma edad que HyunJae. Había algo en las líneas de su boca que le daban un aspecto vulnerable e inocente.

Pero ahora que JuYeon estaba viendo la expresión severa en el rostro del chico, era obvio lo equivocada que estuvo su primera impresión. Algo le decía que este tipo estaba lejos de ser inocente y vulnerable.

—¿Yo? —dijo JuYeon—. Si alguien debería hacerlo, yo sería quien debería hacer esa pregunta —Maldita sea. No debería haber dicho eso. JeNo no quería que JaeMin lo supiera.

Pero no había ni rastro de confusión en el rostro de JaeMin. JaeMin desvió su mirada.

Los ojos de JuYeon se estrecharon. Él evaluó al tipo.

—¿Lo sabes?, —dijo, mientras la comprensión clavaba en él—. Lo sabes, ¿no es así?

JaeMin asintió, todavía sin mirarlo.

—Si lo sabes, entonces déjalo ir.

—No es tan sencillo, —JaeMin dijo llanamente.

—Es bastante sencillo. Él te ama, y tú lo sabes y aun así le haces verte con tu novia. ¿No das una mierda por él en absoluto?

—Tú no lo entiendes.

—No, no lo hago, —JuYeon dijo, con voz dura—. Le diré a JeNo que tú lo sabes.

JaeMin lo agarró del brazo. —No te atrevas, —gruñó, los ojos verdes brillantes. Su expresión se transformó por completo, algo cruel y feo acechando en su mirada—. Si lo haces, me aseguraré de que nunca vuelva a hablarte de nuevo, ¿entendido? Puedo hacer eso. Si tiene que elegir, él siempre me escogerá a mí, no a su primo. Él es mío.

JuYeon lo miró. Las apariencias podían ser engañosas, sin duda.

¿Un chico lindo e inocente? Claro. —¿Él sabe que pedazo de egoísta de mierda eres?

JaeMin se echó a reír, como si JuYeon hubiera dicho algo gracioso. —JeNo me conoce mejor que nadie. Él ha visto mi peor parte —Algo como maravilla o tal vez vergüenza apareció en su rostro—. No soy una muy buena persona, pero él me ama de todos modos. Yo no voy a renunciar a él. Nunca.