Capitulo 16. Noche de cita.

117 13 1
                                    

8:00 a.m.

Abri los ojos deslumbrada por el rayo del sol que se colaba por una rendija de las persianas. Hace tanto que no dormía así y justo cuando creí que las cosas no podían ir mejor alcé la mirada hacia arriba y vi el perfecto rostro de Naruto dormido recargado en mi cabeza, fue entonces cuando caí a la cuenta que lo que estaba abrazando no era mi almohada sino el pecho fornido y cálido del hombre que amaba... -Naruto- susurré más para mí misma como una muestra de que no era un sueño, fue en ese momento que Naruto se movió y me abrazó. No quería que ese momento terminara, deseaba quedarme así entre sus brazos para siempre pero justo en ese momento su celular sonó y Naruto abrió un ojo para mirar la pantalla y después aún sin darse cuenta de la situación contestó teniéndome recostada en su pecho.

(Llamada)

-diga-

-Naruto ¿¡No me digas que aún sigues en la cama!?-

-¿Qué pasa Sasuke? Sabes que no me gusta que me despierten-

-Shikamaru y yo iremos al centro comercial a pasar el rato ¿Quieres venir?-

-no lo sé, hoy pasaré todo el día con Hinata le preguntaré más tarde si quiere ir-

-esta bien, oye si deciden venir tal vez pueda traer a una amiga-

-adios Sasuke-

(Cuelga)

-¡Buenos días Naruto!-

Al escuchar esa voz dulce recordé que la noche anterior no me había ido a mi habitación a dormir así que baje la mirada y unos hermosos ojos perla me miraban gustosos y un poco apenados -¡Buenos días Hinata!- solo eso pude contestar, me ruborice un poco y entonces Hinata se soltó de mi agarre para sentarse en el sofá

-creo que ambos nos quedamos dormidos sin querer-

-si así parece- un silencio un poco incómodo se hizo presente y no soporte más -¿Hinata quieres que vayamos a desayunar algo?-

-¡Am claro! ¿Qué se antoja desayunar?-

-yo quiero un par de huevos revueltos ¿Y tú?-

-me gustaría un café y panqueques-

-perfecto conozco un lugar donde sirven los mejores panqueques de Tokio, aunque no se comparan con los que tú preparas-

-gracias, entonces iré a cambiarme-

-si yo también, te veré en la sala de estar- me fui a mi habitación y Hinata hizo lo mismo. Mientras me cambiaba de ropa no dejaba de pensar en lo increíble que había sido despertar junto a Hinata, creo que sería muy afortunado si la primera imagen del día al despertar cada mañana fuera su inigualable belleza, deje mis pensamientos para después y me apresure a terminar de alistarme. Cuando baje a la sala Hinata ya me estaba esperando, llevaba puesta una falda color rosa con una blusa blanca y el cabello suelto, al verla francamente me quedé sin palabras Hinata era la chica más hermosa que había visto.

-¿Listo?-

-si vamos- conduje hasta el restaurante y durante el camino Hinata y yo conversábamos acerca de la película de anoche, reímos mucho y por un momento me pregunté ¿Así serían las cosas si Hinata fuera mi novia? Sería lindo tener a una persona que te escuche y que esté para ti apoyándote cuando lo necesites, que sea linda, tierna sin necesidad de que tengas que darle algún regalo caro para verla sonreír y entonces me hice una pregunta que creo que jamás me había hecho antes ¿Porqué estoy con Shion? Antes de que pudiera pensar en una respuesta ya habíamos llegado así que me apresure a bajar del auto y abrirle la puerta a Hinata, le ofrecí mi mano para ayudarla a bajar y una vez más el roce de su piel con la mía hizo que me recorriera una pequeña descarga eléctrica por todo mi cuerpo como el día en qué la conocí.

Y Que Si Le Grito Al Mundo Que Te Amo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora