Y Que Si Le Grito Al Mundo Que Te Amo!

Capitulo 26. De nuevo en casa.

4 años después...

Konoha

~ 7:00 a.m.

Mi despertador suena marcando las 7:00 a.m. en punto, suelto un suspiro antes de estirar mi mano para apagarlo y me quedo unos minutos más en la cama...
Cada mañana tomo un minuto para concentrarme en las tareas que tengo que cumplir durante el día. Hoy tengo que ir al restaurante más temprano para asegurarme de que los proveedores dejen justo lo que les he encargado, debo hacer los retiros y firmar los cheques para pagar las cuentas, hacer la junta para los empleados que se lleva a cabo cada mes y además está vez debo hablar con los propietarios de los demás comercios ya que hemos tenido la visita de algunos hombres que quieren adueñarse de todo, la verdad no se mucho del tema ya que mi padre insiste en hacerse cargo el mismo pero ya es momento de que también comience a tomar las decisiones sobre este tema. Mi padre está demasiado cansado y su enfermedad no ayuda en nada y quiera o no debo ser yo la que saque las cosas adelante...

-¡Un día ocupado sin duda!-
Me digo a mi misma... Si hace cuatro años me hubieran dicho que tendría que regresar a Konoha después de apenas haber terminado el colegio no lo habría creído. Pero a veces la vida no es como la planeamos.
Después de lo que pasó con Naruto.

<< Al menos ya no me rompo en pedazos al pensar en él >>

No voy a mentir y decir que no lo hecho de menos, tampoco voy a negar que varias veces al día me sorprendo pensándolo pero creo que estoy empezando a superarlo.

Las cosas no me han sido fáciles pero cuando supe que Naruto jamás volvería me concentre en mí, conseguí empleo en el comedor del colegio para poder costear mis materiales que iba necesitando además de que Sakura y Temari nunca me dejaron sola, al igual que Sasuke y Shikamaru quienes se volvieron como mis hermanos mayores molestos y sobreprotectores... Y cuando creí que todo pintaba bien en mi vida, una llamada telefónica cambio el rumbo de todo.

Una noche mientras hacia tarea recibí una llamada de Hanabi, el pecho se me comprime de recordar sus sollozos y lo roto de su voz mientras me decía que mi padre había sido hospitalizado de emergencia una semana antes pero que había salido tres días después por lo que él le había pedido a mi hermanita que no me dijera nada para no preocuparme pero Hanabi estaba asustada y no tenía a nadie más a quien recurrir. Apenas me gradué del colegio tome un vuelo de regreso a casa y como era de esperarse mi padre se molestó mucho con nosotras, con Hanabi por haberme dicho y conmigo por haber dejado todo y regresar.

Desde entonces su salud no ha hecho más que deteriorarse poco a poco y yo tube que hacerme cargo del restaurante que él abrió, razón por la cuál no he podido estudiar la universidad ni siquiera en línea. El restaurante y el cuidado de mi padre me absorben prácticamente todo el tiempo, Hanabi sigue con sus estudios ya que si yo no puedo terminarlos por lo menos quiero que ella salga adelante...

Lo que más me rompe el corazón es que no hemos sabido nada de Neji desde que se graduó de la universidad. Un día nos dijo que probaría suerte fuera de Japón y no volvimos a saber de él, ni siquiera ha llamado para preguntar cómo está papá, me duele que Neji haga todo esto, él era nuestro hermano mayor y prometió un sin fin de veces que estaría con nosotras siempre pero como la vida me ha enseñado a la mala no puedo perder el tiempo esperando que alguien aparezca a ayudarme.

<< No de nuevo >>

Me levanto por fin de la cama y me preparo para comenzar el día...

-¡Buenos días papá!-
Digo sonriendo mientras me acerco a mi padre que está sentado en la barra de la cocina tomando una taza de té.
Al verme sonríe de inmediato aunque la sonrisa no le llega a los ojos, cada día le cuesta más trabajo levantarse de la cama pero Hiashi Hyuga es un hombre orgulloso y nunca dejaría que lo viéramos débil así que trata de disimularlo.