Narra Rubius:
Ya es otro día y todavía no dejo de pensar en ayer. No sé todavía por qué. Quiero decir, fue muy lindo conocer más a fondo a _____, es un chico muy muy majo, y me ha caído increíblemente bien, incluso Vegetta me ha contado solo maravillas de él, pero no se porque no me puedo sacar su cara de mi cabeza, su sonrisa, las cosas que me contaba, su forma de hablar. No se, me siento algo confundido, es raro. Algo de él me atrae, no sé en qué sentido exactamente.
Se me ocurrió ponerme videos de él en YouTube mientras desayunaba, lo he visto en streams pero nunca vi sus videos, me dio curiosidad. Me vi varios, tampoco es que tuviera muchos, también habían streams editados y resubidos por sus seguidores.
Me quedé varias horas mirando videos, me entretuvo muchísimo, incluso me di cuenta que ya me estaba doliendo la cara de tanto sonreír como un gilipollas. Dios, ¿haré la misma cara de pringao' cuando hablo con él en persona? Joder, espero que no.
Siento que me estoy apresurando mucho, pero creo que existe la probabilidad de que me atraiga un poco... Sí... solo un poco...
Narra _____:
Eran las 8 de la mañana, me había despertado mi teléfono que no paraba de sonar. Que raro. Yo no puse alarma a esta hora.
Me senté como pude debido al sueño que aún tenía y revisé mi celular.
2 llamadas perdidas de número desconocido.
Mierda, y yo pensando que era la alarma.
Intenté devolver la llamada y luego de varios pitidos se escucha una voz del otro lado, era la señora de la inmobiliaria, diciendo que hoy a las 10 de la mañana ya podía pasar a buscar las llaves. Por suerte la casa estaba bastante amueblada, pero con lo casi básico, así que no me salvaba de tener que hacer algunas compras.
Ya no me podía volver a dormir, así que aproveche a desayunar, estaba Vegetta haciendo unos panqueques de banana que por Dios, eran manjares.
- Enhorabuena chiquillo, cuando quieras llevar las cosas a tu casita nueva me avisas que te llevamos en coche - dijo Vegetta contento.
- Supongo que en la hora del almuerzo, pero tampoco es que tenga mucho que llevar, solo las valijas. De todos modos, gracias Samu, estoy muy contento - dije sonriendo.
- No hay de qué, ¿y qué tal tu cita ayer? creo que te escuché llegar medio tarde, pero estaba con los cascos así que no estaba seguro jeje - dijo riendo malévolamente.
- ¿Cómo que cita? Déjate de joder... solo cenamos y listo. Y me hizo el favor de traerme en auto hasta acá - dije mirando hacia otro lado para evitar recordarlo y sonrojarme.
- ¿Él? ¿Te trajo hasta aquí? ¿En auto? - dijo sorprendido - Madre santa, no lo puedo creer, y a nosotros nos hace volvernos en taxi...
Ambos reímos.
- No sé, simplemente me dijo que me traía hasta acá, no tuve ni que pedírselo - dije sincero.
- Pasa tutorial tío, ¿Cómo frijoles lo has logrado? - dijo riendo - ¿Será que le estás gustando y te trata como caballero?
Me ahogue con el café, provocando que tosa un poco.
- A ver, a ver, simplemente me hizo el favor, yo ya creo que estas exagerando un poco... - dije nervioso hasta el culo.
- No lo sé, yo solo digo lo que me parece - dijo Vegetta para luego tomar un sorbo de su café.
Terminé mi desayuno y cuando se hicieron las diez me fui rumbo a la inmobiliaria para buscar las llaves. Estaba muy ansioso, no veía la hora de estrenar el departamento, me hacía mucha ilusión. De ahí me fui al departamento y abrir la puerta se sintió muy bien. Sentí que estaba en la casa que siempre desee estar, suena cursi, ya lo sé, pero sentía que era una casa que me gustaba y estaba cerca de todos mis amigos, estaba muy feliz.
Caminé por la casa, y más allá de que yo ya la había visto, caminar por ahí sabiendo que ya era mi casa se sentía distinto, era una sensación muy reconfortante.
Volví a lo de Vegetta a almorzar y a buscar mis cosas, por suerte me llevaron en auto para poder llevar mis valijas, ya que caminando iba a ser bastante molesto y un dolor de cintura terrible.
- ¿Te apetece que vayamos a comprar cosas para la casa? - dijo Silvi entusiasmada.
- Olee, no es mala idea, así le das tu toque - dijo Samu feliz también.
- Dale, me copa, vamos - dije asintiendo.
Fuimos al shopping más grande de la ciudad, era en el que más variedad había de cosas.
Había tanto que no sabía que llevar, me quedé un buen rato recorriendo los negocios con los chicos, incluso nos tomamos un café en Starbucks.
Finalmente compré espejos para los baños, una tele no muy grande, una PlayStation5 (en mi defensa en Argentina no tengo una, así que aproveché para no aburrirme el tiempo que estaré acá) y unas figuras de anime de Miku Hatsune que había en una tienda otaku. Tuve que darle mi toque, obviamente.
Volvimos y me dejaron en casa con las compras, mientras ellos se despidieron y siguieron camino hasta la suya.
El resto del día me la pasé colocando los espejos y configurando la tele. También aproveché a aprender a usar la PS5, nunca había tenido mi propia consola de Play, más que la Nintendo Switch y esas cosas, no tuve. Así que fue toda una aventura para mí aprender a usarla y configurarla. Las figuras todavia tengo que montarlas, pero prefiero hacerlo cuando tenga mi set up bien armado.
Cuando por fin terminé, me eché en el sillón con mi teléfono, y tenía una notificación de Twitch de que Rubius había iniciado directo. Lo puse en la tele y me quede viéndolo, haciendo mi mejor esfuerzo para que mis ojos no se cerraran, pero estaba agotado, las compras y acomodar la casa me cansó muchísimo, así que al cabo de unos minutos cerré los ojos sin darme cuenta y caí profundamente dormido.
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Streamers | Rubius × Lector
FanfictionDonde dos streamers de Twitch se enamoran perdidamente. (RAYIS MASCULINO)