Prólogo

75 5 43
                                    

☆ ☆ ☆

- Oye, Rui...

Ahí estaba, a mi lado. Ambos observábamos a través de la reja de la azotea a todos esos chicos riendo y jugueteando.

- Si las cosas comenzaran a mejorar para nosotros... ¿Crees que seguiríamos encontrándonos aquí?

Tengo un recuerdo borroso de sus ojos cristalizándose al soltar esas palabras.

No estoy seguro de si fue mi propia imaginación o no, porque, antes de que pudiera contestarle, Mizuki ya había girado su rostro hacia a mí, mostrándome una sonrisa de oreja a oreja que me impidió notar cualquier señal de tristeza.

- Seguro que el futuro es bueno, no nos preocupemos ahora.

Así es Mizuki. Por supuesto que no iba a mostrarse "débil" ante nadie, y menos estando yo presente.

★ ☆ ☆

Otra vez más, esa notificación es la que da comiendo a mi día.

Agarré mi teléfono y, efectivamente, la primera y única notificación en mi pantalla de bloqueo no era ni más ni menos que de Tsukasa.

Agarré mi teléfono y, efectivamente, la primera y única notificación en mi pantalla de bloqueo no era ni más ni menos que de Tsukasa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy es otro día de verano cualquiera. Tsukasa, como cada mañana, me despierta porque supuestamente le he prometido hacer algo juntos.

La mayoría de veces son actividades que digo por decir, como esta. Estábamos en llamada y le propuse ver todos los gameplays de FNAF de Markiplier algún día, pero bueno, se puede ver que este chico es algo impaciente y ese "algún día" se lo toma como "el día siguiente".

Pero en fin, supongo que no me puedo quejar ya que es el único al que puedo considerar un amigo, aunque solo pueda verlo cada muchísimo tiempo.

Nuestra amistad es a distancia, vivimos en distintas ciudades. Nos conocimos a través de una de esas muchas redes sociales y acabamos haciendo costumbre eso de hablar cada día, pues nuestros intereses son muy parecidos, por no decir que son los mismos.

 Nos conocimos a través de una de esas muchas redes sociales y acabamos haciendo costumbre eso de hablar cada día, pues nuestros intereses son muy parecidos, por no decir que son los mismos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Preparé todo para que, cada uno desde nuestras casas, pudiéramos ver los mismos videos a la vez.

Sinceramente, no me encontraba con las ganas para hacer cualquier cosa que implicara una interacción social, pero en el fondo sabía que estar con Tsukasa iba a subirme los ánimos, así que hice el esfuerzo, ya no por mí, sino por él, quien estaba tan ilusionado por hacer algo tan simple como ver a alguien jugar un videojuego que ya ambos conocemos de memoria.

- ¡HOLA! - Su voz sonó a través de mi teléfono.

- Hola Kasa~ ¿Cómo dormiste? - Sonreí a pesar de que él no pudiese verme.

- Bueno... volví a soñar con lo mismo.

Tsukasa tiene el sueño recurrente de que le persiguen. Leí en alguna parte de internet que eso significa que quiere escapar de una situación difícil por la que está pasando en la vida real.

Quiero ayudarle, pero a veces ni siquiera sé qué se le pasa por la cabeza, es impredecible. Siento que nunca ha llegado a contarme todas sus preocupaciones a pesar de ser tan cercanos, pero no le culpo, ni siquiera yo lo he hecho. Sin embargo, siempre deseé conocerlo al completo porque quiero que sea lo más feliz posible. Él realmente cambió mi vida para mejor, y me parece justo devolvérselo de alguna manera.

He conseguido que se abriera conmigo más de una vez, pero en la mayoría de las ocasiones trataba de evitar la conversación para seguir manteniendo esa imagen de chico seguro de sí mismo.

Las pocas veces que me ha dejado ver lo que realmente sentía me hicieron feliz, y no quiero decir que me alegrara de su sufrimiento o algo parecido, por supuesto, sino que me dio a entender que soy alguien confiable para una persona como él. Aún así, esto no es suficiente para mí. Tengo la necesidad de solucionar todo mal y, de alguna manera, no ser capaz de ello me hace sentir culpable.

¿Algún día podré hacer algo por ti como tú lo has hecho por mí?

- Uhm... - Ninguna palabra quiso salir de mi boca.

¿Por qué soy así? Tengo un monólogo interno en mi cabeza que no para de repetirse, pero nunca soy capaz de exteriorizarlo.

- ¡No te preocupes, Rui! Vamos a ver esos gameplays ya. ¿Quieres empezar por el primer juego o vemos directamente nuestro favorito?

Una vez más, se pasó el momento y no pude hacer nada.

"A lo mejor no era el momento, podré hacerlo en otra ocasión" Es la frase que siempre me repito para no sentirme tan... inútil.

- Directamente el 4, ¿no?

Volví a sonreír. Quiero deshacerme de estos pensamientos ahora. Será mejor que me centre en pasarlo bien con Tsukasa y ya está.

- ¡¡YAY!! Lo busco, espera.

★ ★ ☆

Pasamos toda la mañana "juntos" viendo los gameplays de nuestro FNAF favorito.

No me equivoqué cuando dije que estar con Tsukasa iba a subirme los ánimos. Sin embargo, llegó el momento donde el rubio tuvo que dejar la llamada porque tenía que preparar la comida para sus hermanos, Saki y Toya. Este último no era su hermano de sangre, pero mi amigo me dijo que se conocen desde muy pequeños y que siempre ha sido como uno.

Nunca entendí cómo funcionan esas relaciones de hermanos, pues soy hijo único, aunque por lo que me ha contado Tsukasa de sus experiencias, sí que, en su momento, podría haber considerado a alguien como ese miembro de mi familia: a Nene.

Ya no sé nada sobre ella. Bueno, mejor dicho, ya no sé nada nuevo sobre ella. Y supongo que está mejor así, al menos eso quiero pensar.

Suspiré. La voz de Tsukasa había desaparecido y toda mi habitación se inundó de ese horroroso silencio que llega siempre que se va él, ese silencio que lleva los peores pensamientos consigo.

Si la mayor parte de mi vida he estado solo, ¿por qué no me he acostumbrado todavía? ¿Por qué no soy capaz de estar bien conmigo mismo?

Nene fue mi primera y única amiga durante mi infancia. Cuando ella se fue, me quedé completamente solo, y ya no solo eso, sino que tanto ella como todos los demás niños me odiaban.

Aún no entiendo la razón.

Quizás siempre fui raro.
Quizás hice o dije algo que no debía.
Quizás era demasiado para todos.
Quizás no era suficiente para nadie.
Quizás nací para estar solo.
Quizás no merecía que me quisieran.

Pues claro que no lo merezco, si apenas soy capaz de ayudar a mi amigo.

Ni siquiera pude ayudar a quien se sentía como yo, a quien pude comprender mejor que a nadie.

"La soledad no es tan mala al fin y al cabo, Mizuki."

Te mentí, lo siento.

★ ★ ★

Si el karma existe | MizuRuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora