Al subir hasta su castillo, sentía la presencia de ambos híbridos, solo que una era mucho más imponente que la anterior.
Cerró los ojos y en su mente comenzó a recitar un hechizo, llenando rápidamente aquel castillo de una niebla espesa, suspiro levemente antes de abrir los ojos y comenzar a caminar hacia donde se encontraban ambos híbridos. Estos fueron separados por las nieblas, el híbrido de pato fue llevado hacia donde estaba la chica, llegando desorientado.
Al estar juntos, una gran sobra con forma humanoide, cruzada de brazos y con los ojos cerrados, apareció en la única salida de ese lugar por lo que ambos optaron en sentarse y ambos entablar una conversación un tanto extensa.
Rub algo extrañado y confundido intento salir de la habitación más sin embargo se topo de frente con Vegetta, había algo en sus ojos que le decía que permaneciera en silencio. Tal vez eran sus ojos o si postura, pero comprendió, se calmo el mismo y se puso al lado del otro.
La niebla tomo forma y de alguna manera transformó esa habitación en un enorme jardín, sorprendiendo al híbrido de oso, el cual iba a preguntar algo pero fue detenido por la calmada vos del pelinegro - hace muchos años, un pequeño híbrido de lobo, nacido de dos duques, fue comprado por unos reyes de un reino no tan lejano, era tan pequeño, un cachorro con pocos meses de nacido.
En la niebla pudieron ver cómo aparecía una canasta con aquel pequeño niño del que hablaba - es... Muy pequeño.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios mientras que llevaba su mirada a lo que parecía ser el cielo de aquel lugar - era mayor por unos meses que el príncipe de aquel reino, un príncipe híbrido de oso pardo, uno de los híbridos más dominantes en aquel mundo - al mencionar aquella especie los ojos verdes lo miraron, el rostro del azabache estaba radiante, como si él fuera el sol, algo que no comprendía. - el objetivo del híbrido de lobo era simplemente ser un amigo para aquel príncipe, un amigo para que no se sintiera tan solo en ese palacio tan grande... En ese reino tan próspero y bueno.
En la niebla apareció otra canasta, pero se veía que era un príncipe, rub se acercó con notable interés y mientras más se acercaba aquellas canastas desaparecieron y dejaron ver a dos niños, tal vez tenían unos 10 u 11 años. Vos reían mientras jugaban en aquel extenso y hermoso jardín, que para esa fecha estaba florecido, con hermosas flores de diferentes colores y formas, parecía un lugar mágico y esos dos niños, unos pequeños aventureros de algún escondite de hadas. - conformé paso el tiempo, el bondadoso padre del niño cayó enfermo, y, al niño híbrido de lobo lo comenzaron a llamar por sus poderes mágicos, en este universo, los únicos que podían practicar la magia eran los caninos y una especie muy específica de felino. - el jardín cambio a una habitación, en la cama se podía ver al que supuso rub, era el rey, a un lado, sentada, estaba una mujer con la mirada fría, sin expresión alguna mientras que ambos niños estaban en el borde de la cama, el mayor con un pequeño destello en sus ojos y en sus manos un brillo verde. - lo malo de ser tan pequeño... Es que no conoces la magia - la mirada de Sam se oscureció y rub retrocedió un par de pasos puesto que aquel rey había pasado a ser una triste sombra gris, del lado de los niños, ambos se pusieron a llorar mientras se abrazaban, uno por la perdida de su padre y el otro por no haberlo podido sanar.
Mientras que la mujer se levantó con una sonrisa y camino hasta los niños, tomando de la muñeca al pequeño príncipe - Rubén, tienes prohibido llorar, a partir de hoy comenzarás con tu estudios y tu entrenamiento para ser el rey que tu padre no fue... - al igual que aquella vez, la voz parecía un eco, la voz de esa mujer no era dulce pero si era armoniosa y dura. Aquella mujer no dudo en separar ambos niños, arrastrando a su hijo por la habitación hasta llegar a la puerta y abrir esta, donde unos guardias estaban esperando - Enciérrenlo en una habitación, denle los mejores magos que tenemos... Será muy útil cuando mi hijo sea rey.
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彡❤[𝒟𝐼𝑀𝐸𝒩𝒮𝐼𝒪𝒩𝐸𝒮]❤ミ
FanfictionCruzar los portales no era difícil, su trabajo era bastante sencillo, el era feliz con su trabajo, con su casa y con sus deberes como héroe... ¿Qué pasaría si alguien mas atravesara aquel portal aquel día? ¿Qué sucedería si su pareja se diera cuenta...