Un Campeón de Badgers -HIATUS-

Capítulo 3: La Casa de la Lealtad

Capítulo 3

El día para salir a Hogwarts fue sobre la familia Potter. Habían pasado 13 años desde que los Potter habían pisado por última vez la estación de Kings Cross para la plataforma 9 ¾s y la familia estaba muy emocionada por el asunto, o al menos los padres lo fueron.

Harry sabía que este era el primer paso hacia el mundo mágico. El verdadero mundo mágico, que le presentaría a sus futuros amigos, y tal vez incluso un día un futuro cónyuge. El pensamiento hizo mueca al niño, pero también entendió que casi todos en la Inglaterra mágica que crecieron dentro de la madre patria generalmente se casaban con alguien de casa, que para muchas brujas y magos era Hogwarts.

La plataforma era como de costumbre un enigma andante de personas. Viejos amigos se saludaron y los miembros de la familia se despidieron, como si fuera la primera vez o la última vez. Algo sobre el expreso de Hogwarts acaba de sacar eso de la gente. Su padre debe haber saludado a unas pocas docenas de familias con las que había ido a la escuela, algunas con un respeto a regañadientes, otras con gran alegría y otras con una animosidad obvia, pero nunca afectó el estado de ánimo, simplemente siguieron bajando la longitud del expreso saludando continuamente a las personas. Era casi un evento social en estos días, pero Harry entendió la política de reunirse con viejos conocidos, especialmente cuando el tiempo era de paz.

Sin embargo, la palabra paz era relativa, se le había informado que no se debía confiar en el profesor Quirrel y que debía evitarlo fuera del horario de clase en todo momento. El Director no le diría a Harry qué buscaba el hombre, sino que era un artefacto invaluable que podría comenzar una guerra si se perdía. Dumbledore creía que el hombre era su propio agente, pero eso no significaba que fuera imposible que el hombre fuera un devorador de la muerte o algo peor.

Mientras Harry se preparaba para abordar el expreso, abrazó a su padrino haciéndole prometer que se cuidaría mientras él se había ido. Luego se volvió para abrazar a su padre, "Parece que el legado de los merodeadores está a punto de continuar."

El Potter más viejo podría haber tenido una lágrima en el ojo, pero rápidamente se la limpió. Harry entonces buscó a su hermana Rosalie, llevándola a un fuerte abrazo, "Te veré en unas pocas semanas, cuida de nuestro idiota ¿quieres?"

Su hermana se rió mientras Jack gemía, pero luego trajo a su hermano en un abrazo también. Los tres hermanos se abrazaron por unos momentos y luego se separaron. Esta sería la primera vez que cualquiera de ellos estaría separado por más de unos pocos días, y sería un ajuste para la familia. Harry luego se volvió hacia su madre y le dio un saludo de dos dedos, "Te veré en la fiesta esta noche mamá."

Las mujeres sacudieron la cabeza abriendo los brazos, y Harry suspiró, sabiendo que el afecto familiar tenía que continuar por unos momentos más. Mientras sostenía a su madre, sintió que algo se movía dentro de él, como si fuera un pecado que no abrazara más a su madre, y tomó nota para hacerlo más a menudo, una vez que estaba en casa. Cuando los dos se separaron, las mujeres tuvieron que quitarle las lágrimas de los ojos. Harry se despidió de su familia mientras caminaba hacia Neville hablando claramente, "Vamos Nev, parece que la próxima aventura está dentro de nuestros pasos."

Gimiendo el único macho de Longbottom respondió, "Suena más como Dumbledore todos los días."

Tomando eso como un cumplido, los niños abordaron el tren y tomaron el primer compartimento vacío al que llegaron. Cuando se sentaron, Harry suspiró mirando por la ventana mientras el silbato del tren lloraba. Los muchachos habían esperado a que llegara este momento durante muchos años, y el momento finalmente había llegado, donde se dirigirían a Hogwarts.