Un Campeón de Badgers -HIATUS-

Capítulo 25: El Club de las Babosas

Capítulo 25

Al comienzo de las vacaciones, el incidente de la cámara de secretos había sido olvidado. Filch estaba siendo un dolor más grande en el culo de lo habitual, pero las cosas continuaron. Para Harry, las únicas dos cosas que no fueron tan buenas en Hogwarts fue que una de sus hermanas no estaba allí, y dos que constantemente recibía miradas de odio de los estudiantes mayores de Ravenclaw, o más específicamente Davies y Hillard. Sin embargo, eso fue algo que probablemente nunca cambiaría.

El entrenamiento de animagus de los hijos de Potter más viejos iba bastante espectacularmente, y sus tíos estaban emocionados de escuchar que tenía una transformación bastante diferente, e inmediatamente comenzaron a escupir nombres de animagus, para ayudar a continuar su legado maruader. Ese fue un gran tema durante la Navidad, al igual que su entrenamiento con su hermano. Harry no tuvo reparos en entrenar a su hermano un poco uno a uno. Fue controlado, y se estableció al ritmo en el que Harry quería establecerlo, donde el ritmo en la escuela estaba al ritmo de quienquiera que fuera el mejor cada día, y el grupo se esforzaría por alcanzar ese ritmo. Harry no quería poner eso en su hermano, pero en casa estaba más que dispuesto a empujar al niño a sus límites.

Dumbledore se había detenido durante las vacaciones y había hablado brevemente con Harry sobre la cámara de secretos, y le había advertido que no creía que la situación hubiera terminado, y que el ataque no fue una simple broma. Su explicación fue que se necesitaría algo bastante poderoso para petrificar cualquier tipo de criatura viviente durante más de unas pocas semanas, y el hecho de que la señora Norris todavía estaba petrificada, llevó a cierta preocupación entre el personal de Hogwarts. Por alguna razón, el director insistió en la idea de que si Harry escuchaba algo, debería informárselo de inmediato.

Esa tampoco fue la única visita extraña que había recibido durante las vacaciones. Neville había venido de peor humor de lo habitual, y todo lo que había querido hacer era un duelo. Cuando terminaron la pelea, Harry tuvo que preguntarse si había dicho algo que cabreara a su mejor amigo, porque cuando ganó, Neville se fue casi de inmediato, como si hubiera sido ofendido por algo. Le había enviado una carta al joven al día siguiente después de evitar su llamada de floo, pero después de no obtener una respuesta inmediata, pensó que algo en casa debía molestarlo.

Pasó un poco de tiempo con Hannah, Susan y Ernie durante el descanso, ya que todos se habían ido a patinar sobre hielo en el mundo de los muggles, y pasaron un tiempo fantástico juntos. Megan Jones se había unido a ellos en su segundo viaje juntos, y Harry se alegró de ver que Sally-Anne se había unido a ella, y que los dos se estaban llevando a cabo espléndidamente, lo que con suerte le dio a Megan alguien para pasar el rato con más mientras Hannah y Susan pasaban tiempo con él.

Su tío Remus le había prometido que para su cumpleaños el próximo año estaría listo para una segunda varita, ya que los dos habían llegado a dar algunas rondas, con Harry usando su varita de papá, que era ligeramente volátil en sus manos, pero logró salir de algunos hechizos exitosos con ambas varitas.

Su madre también había comenzado a interrogarlo activamente en Runes, tratando de que su hijo inteligente se interesara más en su tema, pero honestamente a Harry solo le gustan las Runas, porque era una base para las salas, y amaba a algunos de ellos. También sabía que tendría que tomar la clase, porque un día quería seguir los pasos de su hombre lobo de un tío y tal vez entrar en la creación de hechizos.

Su entrenamiento de animagus con su padre y padrino Sirius no iba muy bien. Los dos tenían la idea de que tal vez Harry aún no había abrazado lo suficiente de su naturaleza animal, o que tal vez su nivel de poder simplemente no manejaría la transformación, porque su magia reconoció que tal vez no pueda cambiar directamente hacia atrás. Sirius le explicó que su magia reconocería cuándo necesitaba transformarse, y que las primeras veces serían las más difíciles, pero más tarde podría hacerlo fácilmente, y al mando. Para algunas personas, le dijeron, que se necesitaría algo grande para obligarlo a enfrentarse a su animalista, por ejemplo: naturaleza, ira, emoción, miedo, etc, o algún otro tipo de emoción poderosa. Harry no estaba seguro de lo que esperaba, pero solo quería ver cómo sería estar en el cuerpo de una bestia.