Prólogo

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𝐎𝐩𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝟎"¿ʟᴇᴏʀɪᴏ?, ¿ʜᴇᴛᴇʀᴏ?"

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𝐎𝐩𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝟎
"¿ʟᴇᴏʀɪᴏ?, ¿ʜᴇᴛᴇʀᴏ?"

𝐎𝐩𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝟎"¿ʟᴇᴏʀɪᴏ?, ¿ʜᴇᴛᴇʀᴏ?"

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¿Alguna vez los sentaron frente a una mesa después de decir "tenemos que hablar"? Ese momento en el que los nervios comen vivo y te hacen replantearte todo lo que hiciste en la vida

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¿Alguna vez los sentaron frente a una mesa después de decir "tenemos que hablar"? Ese momento en el que los nervios comen vivo y te hacen replantearte todo lo que hiciste en la vida. Bueno, eso estaba pasando Leorio ahora.

Un hombre de veinte años siendo intimidado por dos niños de catorce. Definitivamente esa no iba a ser una anécdota que Leorio estuviera dispuesto a contar.

— Y... ¿Qué pasa? — habló el mayor.

Silencio. Puro silencio.

...

....

.....

......

Okey, esto es incómodo.

— ¿Vos pensaste que no nos íbamos a dar cuenta? — empezó Killua. Él sería el policía malo, al parecer.

— ¿No confías en nosotros que no nos contaste nada? — siguió Gon. Dos policías malos es injusto para el acusado.

— ¿Qué les picó?

— Eh, calmadito. Que acá las preguntas las hacemos nosotros, pedazo de gobernado. — amenazó el albino después de darle un golpe a la mesa. ¿Era necesario?, no ¿Leorio se alteró?, no. Él solo quería hacerse el malo.

Como le llega tarde el agua al tanque, después de unos minutos reaccionó a lo que le habían dicho.

— ¿¡Qué pedazo de gobernado, gil?! — y ahora sí se alteró.

— ¿¡QUÉ TE HACÉEEEES?! SI LE VENÍS BABEANDO A KURAPIKA DESDE QUE LO VISTE, GOBERNADO. — Gon, te hace mal pasar tanto tiempo con Killua.

Leorio, indignadísimo, empezó a levantar la mano en gesto de pregunta mientras hacía cara de desentendido. Todo un dramático, pero era necesario.

Sin embargo, los niños no mentían. Desde que lo conoció, Leorio quedó re pelotudo por el teñido ese. Todos se habían dado cuenta, menos esos cuatro. Hombres.

— Yo no estoy atrás de nadie. — defendió el acusado.

— ¿Y QUÉ ES ESTO?

Killua sacó su celular y le mostró a Leorio una foto de su diario. En el estaba escrito: "𝘘𝘶𝘦𝘳𝘪𝘥𝘰 𝘋𝘪𝘢𝘳𝘪𝘰, 𝘩𝘰𝘺 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪́ 𝘢 𝘶𝘯 𝘳𝘶𝘣𝘪𝘰 𝘵𝘦𝘯̃𝘪𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘳𝘦 𝘤𝘰𝘳𝘵𝘰́ 𝘦𝘭 𝘳𝘰𝘴𝘵𝘳𝘰. 𝘓𝘰 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪́𝘢 𝘮𝘢𝘵𝘢𝘳, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦́𝘴 𝘴𝘦 𝘮𝘦 𝘩𝘪𝘻𝘰 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘰 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘰. 𝘔𝘦𝘱𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘤𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘩𝘪𝘯𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘪́𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘰, 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘴𝘰𝘺 𝘵𝘳𝘰𝘭𝘰 𝘺 𝘮𝘢𝘴𝘰𝘲𝘶𝘪𝘴𝘵𝘢.

𝘓 + 𝘒 ♡"

Cagó.

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Cupido no es como esperaba | LeopikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora