El destino de la princesa Ak'lia parecía que ya estaba escrita por la mismísima Eywa. Esta es una historia de como alguien puede cambiar de un momento a otro, de pasar a ser la más bondadosa y buena se todas a ser la guerrera más peligrosa, respetad...
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Cuando me bajé del Thanator le pedí que no se vaya lejos y que por favor no asuste a mi pueblo, el animal entendía lo que deseaba realmente y se alejó un poco. La gente le tenia terror al animal, pero no si alguien podía controlarla.
Me fui con mi familia a reunirme con Jake y Neytiri para tomar una decisión y de que íbamos hacer ahora que los humanos volvieron.
Pude notar que todos estaban alterados yendo de un lado para otro, de alguna forma ignorando que el Thanator estaba cerca. Neteyam, Kiri, Lo'ak, Spider y Tuk se acercaron a mi para ver si estaba bien. Había olvidado que la última vez que los vi fue cuando comenzamos a jugar al escondite
—Te encuentras bien? —me preguntó Lo'ak examinando mi cuerpo de arriba abajo en busca de alguna herida.
—No te preocupes, estoy bien—le sonreí mientras que con mi mano agarro su brazo sosteniéndolo, sin soltarlo ni un poco.
Los demás me miraron preocupados, Neteyam agarró mi cabello y me lo acomodó un poco, Tuk agarraba mi otro brazo sin soltarme y Kiri me observaba también preocupada
—Segura que estás bien? —me preguntó Spider
—Si bro, tranquilo—le respondí con una pequeña sonrisa
En eso oímos el sonido de llamado de mis padres y todos fuimos corriendo hacía donde se encontraba. Sin soltar a Lo'ak me acerco más hacia donde se encontraban ellos. Mi madre tenía los ojos hinchados de llorar al igual que Neytiri, Mo'at también se encontraba allí revisando a los heridos. Jake se encontraba parado al lado de mi padre, los cuatro estaban hablando en susurros.
—Pueblo mio —habló mi padre—Nos encontramos nuevamente después de casi 18 años de haber acabado con las Personas del Cielo, ellos volvieron a nuestro hogar. A quitarnos todo lo que amamos y no vamos a permitir que eso pase. ¡Por eso, les pido por favor que únanse a mí, hermanos y hermanas peleen junto a mí! —gritó mi padre, todos los Na'vis, incluyéndome a mí y a mis amigos, hacíamos gritos de guerra, aunque en el fondo, no me gustaba pelear.
—¡Les suplico que me ayuden todos a buscar sobrevivientes y a los cuerpos de las personas que ya se unieron con Eywa! —gritó una vez más mi padre.
Todos los guerreros montaron su Ikran, pude ver que Jake detuvo a sus hijos. Decidí acercarme a ver que les decía:
—No, ustedes deben quedarse aquí. Ayuden a recoger las cosas, nos iremos—dijo Jake de repente mientras cargaba su arma de fuego, un arma que usaban los humanos solamente.
—Pero papá... ¿A donde nos iremos? —preguntó Neteyam
—Luego les diremos a todos, ayuden por favor. ¡Vayan! —ordenó Jake
—¡Si señor! —dijeron ambos hermanos al mismo tiempo, vi como ambos se alejaron no sin antes que Lo'ak me lancé una mirada y luego se fuera corriendo detrás de su hermano siendo seguido los más jóvenes
