LA REINA ROJA || AVATAR

Capítulo 3: Una desgracia inesperada

—Debes elevar un poco el codo, así fue como me enseñó mi padre—me dijo Neteyam mientras que yo sostenía mi arco y flecha, estaba apuntando a unos peces que pasaban por nuestros pies en una pequeña orilla

—Lo siento pescadito—por impulso, cerré mis ojos y solté la flecha, para mi mala suerte le había errado y eso me fastidió un poco, agache mi mirada y bajé mis orejas, triste

—Tranquila, se que podrás hacerlo mejor—me reanimó Neteyam alcanzándome otra flecha con una sonrisa y yo le respondí sonriéndolo

—¡Oigan! ¿Qué están haciendo? —se escuchó una voz y unos pasos acercándose, lo cuál eso me distrajo y la flecha fue para cualquier lado ya que voltee para ver de quien se trataba, era Lo'ak

—¿Qué haces aquí? —le pregunté ofendida

—No vine hablar contigo. Neteyam, mamá te está buscando.

—A mí? ¿Y por qué? —pregunté Neteyam sorprendido

Lo'ak no respondió, sólo se encogió de hombros.

—Bien, iré a ver que quiere mi mamá, ya regreso —me dijo mientras se iba alejando— ¡Sigue intentándolo! —me gritó ya lejos de nosotros.

Había quedado sola con Lo'ak, nunca más volví hablar con él desde que rompió mi juguete favorito.

—Lo estás haciendo mal... —me interrumpió

—Se lo que hago—le susurré mientras apuntaba, pero él se acercó y se puso detrás de mí —No necesito tu ayuda Lo'ak, puedo hacerlo sola—dije tratando de alejarme de él.

—Sólo intento ayudarte, tus dedos van así mira—agarró su arco y flecha mientras apuntaba al pez.

Decidí observarlo esta vez y vi sus manos, eran muy distintas a las de Neteyam. Lo'ak poseía cinco dedos al igual que mi amiga Kiri, pero Neteyam y la pequeña Tuk llevaban cuatro, como nosotros. La verdad que verlo con esos cinco dedos los hacía ver bastante genial, aunque no todos opinaban de la misma forma. Hasta a mi mamá le molestaba un poco.

Me distraje de mis pensamientos al ver como Lo'ak consiguió cazar un pez, él estaba bastante orgulloso de sí mismo.

—Así es como se hace—me miro con satisfacción.

Rodeo mis ojos y me puse en posición otra vez. Esta vez Lo'ak no dijo nada y se puso detrás de mí para elevarme un poco el brazo y el codo. Sostuve un poco mi abdomen y cuando vi que estaba lista solté mi flecha, lo había conseguido.

—Lo hice! —le dije feliz mientras agarraba mi flecha y le mostraba el pez que había cazado, era bastante grande.

—Lo hiciste bien! —me dijo orgulloso—Escucha Ak'lia... Yo quería decirte que

—¡Ak'lia! ¡Rápido, es tu mamá! —se escucharon los gritos de Neteyam a lo lejos.

Salí corriendo del lugar siendo perseguida por Lo'ak, que no sabía si fue mi imaginación o qué, pero lo escuché que se quejaba por el llamado de su hermano menor.

—¿Qué le pasa a mi madre? —le pregunté a Neteyam mientras íbamos corriendo por el bosque yendo al árbol

—Al parecer tu hermanito o hermanita está en camino.

Mi madre estaba embarazada de mi hermanito, aunque no podíamos entrar al marui y mucho menos estar cerca con Neteyam teníamos el plan de estar arriba de uno de los troncos cerca para ver como era mi hermanito. Recuerdo cuando fue la primera vez que me dijeron que iba a tener un hermano pequeño o hermanita pequeña en mi vida, estaba muy feliz por eso ya que no iba a estar tan sola dentro de todo.