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Solos || James Potter

Esperar tener los dormitorios para ti solo, aunque sea a veces, se suele clasificar como pedir demasiado, se podría decir que es un acto totalmente egoísta, esa persona era sirius la mayoría de las veces, ya que él y remus han aprendido a usar encantos silenciadores y simplemente no veía el sentido de exigir tener una habitación vacía durante la noche.

James no vio su punto, aunque no era del tipo que disfrutaba de la tranquilidad, y prefería tener a sus amigos cerca que estar sin ellos, sin embargo, ese no era siempre el caso.

Esta era una de esas noches en las que se alegraba innegablemente de que no hubiera rastro de ellos por ninguna parte, peter era el responsable, había dejado una nota anunciando que se había ido a estudiar a la biblioteca (aunque eso no era demasiado creíble), y sirius y remus... bueno, james no estaba seguro de querer siquiera pensar en lo que esos dos estaban tramando, en parte por todas las cosas que ya había presenciado, por desgracia, y en parte porque estaba ocupado haciendo un chupetón en la clavícula de su chica.

"James." te quejaste, el calor entre tus piernas se estaba volviendo demasiado difícil de soportar a cada segundo, "Necesito que lo hagas mal". ya habías perdido tu camisa y tu sujetador, y estaban tirados en algún lugar del suelo junto con la propia camisa y el jersey de James.

Se rió contra tu piel, ignorando el gruñido de desagrado que emitiste cuando te diste cuenta de que no ibas a conseguir lo que querías tan fácilmente, james era un provocador, la mayoría de las veces te encantaba, pero hoy estabas un poco más frustrada que de costumbre y él no lo estaba mejorando.

"Potter". le tiraste del pelo para que levantara la cabeza y le hiciste mirarte fijamente a los ojos, levantó las dos cejas en forma de pregunta, sin molestarse en reprimir una sonrisa de mierda cuando notó el color rosado de tus mejillas.

"Por favor", suplicaste una vez más, haciendo lo posible por disimular el tono tembloroso de tu voz, james resopló, frunciendo los labios en señal de reflexión.

"¿Por favor qué, cariño?" Su aliento se abanicó sobre tus labios y luego sobre el lóbulo de tu oreja, donde se detuvo para dejar un beso. jadeaste cuando su lengua volvió a rozar tu piel.

"Ya sabes lo que quiero decir", hablaste en voz baja, no estabas segura de si era posible que te sonrojaras más de lo que ya estabas verte tan tímida, casi como si toda tu confianza habitual hubiera desaparecido, era un espectáculo bastante divertido de ver.

Al igual que la mayoría de los slytherins, siempre caminabas con la cabeza en alto, con una expresión fría en la cara, segura de sí misma, incluso aterradora para algunos a veces te complacía ver a la gente ensanchar los ojos y bajar la mirada a los pies cuando pasabas junto a ellos, te hacía reír.

Y aquí estabas tú ahora, desesperada, tímida y sonrojada por James Potter, todo lo contrario a como te conocen los demás.

"Oh, pero yo no". No tenías que mirarlo para saber que estaba sonriendo, estaba disfrutando de esto.

"James", volviste a decir, esta vez un poco más frustrada

Casi suspiraste de alivio, pero entonces él empezó a evitar a propósito el lugar donde más lo deseabas y, en cambio, te tocó los muslos.

"Potter, te juro que... oh". un gemido salió de tus labios cuando sus dedos rozaron tu clítoris vestido, tu ropa interior estaba empapada.

"Ya estas tan mojada". james se rió contra tu boca, estabas a punto de maldecirle, pero te besó antes de que pudieras hablar. Apartó tu ropa interior y te metió dos dedos, dándote una sensación de alivio muy necesaria, maullaste, clavando las uñas en los músculos de sus brazos, los ojos de james no se apartaron de los tuyos, pensó que verte así, toda necesitada y desesperada, era demasiado bonito para no mirarlo.