ERA UN DÍA CALUROSO, DE ESOS que se viven a mediados de septiembre, cuando el verano calendario ya se ha ido pero el sol aún alegra a la gente con sus últimos días cálidos.
Te bastaron unos días de molestias y falsas acusaciones de no quererte para convencer a tu esposo Tom de que por fin se tomara un día libre de su trabajo en 'Borgin and Burkes' y fueran a divertirse juntos a una playa. Durante la primera media hora se mostró malhumorado y enfurruñado, pero luego pareció aceptar su destino, complaciendo tus pequeños caprichos y deseos.
Por mucho que lo intentaste, no conseguiste convencerle de que se metieran al mar juntos, pero al final Tom se quitó los zapatos y le hizo dobladillos a su pantalón, metiéndose hasta los tobillos en el agua tibia del mar, viéndote bucear y hacer el tonto entre las olas saladas.
En ese momento estabas tumbada de lado sobre una suave manta, frente a Tom, con el brazo izquierdo doblado en el codo, la cabeza apoyada en la mano y los ojos vagando perezosamente por el perfil lateral de tu marido. Él estaba tumbado boca arriba justo a tu lado, con los brazos echados detrás de la cabeza y la nuca apoyada en las palmas de las manos.
Tom había cambiado. La frescura juvenil había desaparecido de sus mejillas, dejando lugar a su mandíbula afilada y sus pómulos protuberantes. Llevaba el pelo un poco más largo de lo que solía llevar durante sus años escolares, enmarcando su pálido rostro con ondas oscuras y sedosas. Notaste que se mordisqueaba ligeramente el interior del labio inferior, señal reveladora de que Tom pensaba intensamente en algo lejano. Luchaste contra el impulso de trazar el contorno de su nariz con las suaves yemas de los dedos, sabiendo perfectamente lo gruñón y quejica que se pondría al hacerlo.
A pesar del sol abrasador y la alta temperatura del aire, Tom se negó a deshacerse de sus habituales pantalones de traje y, esta vez, de su camisa azul celeste, y optó por desabrocharse unos cuantos botones, dejando ver su pálido pecho.
Una idea repentina te vino a la mente, así que te incorporaste de tu posición semitumbada y pasaste una pierna por encima de las caderas de Tom, acomodándote sobre su pelvis. Tus ágiles dedos recorrieron su pecho, acariciando las zonas expuestas de su piel con tiernos toques, hasta llegar a su rostro, acunándolo suavemente entre tus manos; te inclinaste para esparcir pequeños besos por sus mejillas, nariz y labios.
—_____, ¿qué estás haciendo?—te reprendió Tom en voz baja, con la comisura de los labios dibujando una leve sonrisa, aunque era evidente que no le gustaba que interrumpieras sus pensamientos.
—Intentando seducirte—respondiste estoicamente, sin que en tu voz ronroneante se oyera ni una pizca de vergüenza o inquietud.
—¿Aquí?—preguntó Tom, se le oía levantar un poco la voz, mostrando su asombro.
—Sí, ¿por qué no?—dijiste con desgana, estirando los labios en una sonrisa pícara y mirando a tu esposo con picardía.
—¿Y si nos ve alguien?—Tom formuló otra pregunta, enarcándote una de sus perfectas cejas.
Hiciste ademán de mirar alrededor de la playa desierta, sin divisar ni un alma por los alrededores; no sólo este lugar estaba aislado por acantilados peligrosamente altos, lo que dificultaba enormemente el acceso, sino que además el hecho de que fuera miércoles -en plena semana laboral- reducía a cero las posibilidades de que hubiera alguien por los alrededores.
Volvió la vista hacia Tom, encogiéndose teatralmente de hombros:
—No veo ni oigo a nadie, Tommy.—Una de tus manos fue a tu espalda, agarrando los tirantes de tu vestido de dos piezas y tirar de él lentamente, deshaciendo el apretado nudo. No te molestaste en deshacer el segundo nudo del cuello, sino que decidiste quitarte el sujetador por encima de la cabeza, arrojándolo burlonamente sobre el pecho de tu esposo.—Creo que estás siendo la aguafiestas que eres, Riddle.
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HOGWARTS ONE-SHOTS 18+
FanficONE-SHOTS +18 con todos los personajes de Hogwarts que tu creas y desees ;)