Lalisa Manoban es piloto profesional de motocross, bastante metida en su profesión y en la crianza de su hermana menor, sin embargo no se esperaba conocer a una chica, que resulta volverse el amor de su vida. La chica que siempre estuvo con ella en...
—No puedo creer que estuvieras llorando en toda la película- Se burló Lisa de la coreana.
—N-no es verdad- Se sonrojó Jisoo de la vergüenza.
—No la molestes Lalisa, tú también estabas llorando a mares- Defendió la australiana a Jisoo.
—Claro que no.
—Si lo hacías Lili- Se rió entre dientes Jennie.
—Es que no me parece cómo la vida puede ser tan injusta al robarte a las personas que más amas en un abrir y cerrar de ojos- Apretó sus ojos sintiendo otra vez ganas de llorar-. Estúpidos humanos débiles.- Jisoo asintió de acuerdo con ella.
Ella también había perdido a sus padres en un accidente y ahora estaba bajo el cuidado de su tía, sabía exactamente lo que era perder a un ser amado cercano.
Jennie sonrió tristemente, sabiendo a lo que se refería Lisa y sin poder evitarlo entrelazó sus manos.
—Tu también eres humana.
—Lo sé y por eso me dan más ganas de llorar- Suspiró un poco frustrada-. Somos tan frágiles.
Y otra vez recordó algo
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Lisa corría tratando de atrapar a la castaña.
—¡Jennie espera!
—¡Déjame en sola!
Eso nunca.
Nunca la iba a dejar sola, por más que se lo pidiera.
Lisa estaba enamorada y condenada a seguirla toda su vida.
Jennie resbaló con una roca. Por suerte Lisa aceleró el paso logrando alcanzarla.
Había impedido que la castaña cayera por el río.
—Te tengo- La abrazó fuertemente. La menor lloraba desconsolada sobre su pecho.
Justo a tres días de su cumpleaños 18, su padre había sido asesinando brutalmente junto a dos compañeros policías en una misión de rescate de rehenes.
—¡Prometió no dejarme sola! ¡Prometió nunca abandonarnos a mí y a mamá!- Siguió llorando descontroladamente. Lisa se mantuvo a su lado todo el tiempo, consolándola en silencio.
Ella también sabía lo difícil que era perder a un padre.
—Está bien Bonita, desahógate. Yo estoy aquí contigo.
—Por favor no me dejes Lisa- Suplicó desesperada quebrando ligeramente su voz.
