Lalisa Manoban es piloto profesional de motocross, bastante metida en su profesión y en la crianza de su hermana menor, sin embargo no se esperaba conocer a una chica, que resulta volverse el amor de su vida. La chica que siempre estuvo con ella en...
—¡Ya sal de mi mente!- Se lanzó frustrada a su cama de espaldas. Desde su extraño encuentro no ha podido pensaren otra cosa que no sea ella y sus recuerdos incompletos a su lado.
Esa chica era alguien importante de su vida, sospecha que fueron pareja, pero no está muy segura de sí es la misma mujer a la que le propuso matrimonio.
—¿Quién eres Kim Jennie?- Miró hacia el techo de su habitación.
— ¡Ahhh! Me siento como una puberta de 15 años suspirando por su amor platónico.
—No sé si hablamos de la misma, pero Kim Jennie es una doctora bastante reconocida en el país.- Lisa miró hacia la vocecita entrometida que se había colado a su habitación.
—Qué te he dicho de entrar a mi habitación.
—Lo siento, es que has estado gritando toda la tarde quejándote de una mujer- Se metió al cuarto para hablar mejor-. La única Kim Jennie que conozco es la vecina de Jisoo, mi inspiración para convertirme también en una profesional como ella.
—¿Así que Jennie es doctora?
—Sip, la mejor del país.- Lisa sonrió ante el recuerdo de ella curándola y cuidándola de todas sus caídas y golpes que tuvo a lo largo de su adolescencia.
—Tenía que ser así- Murmuró bobamente.
—Te gusta, ¿Verdad? La otra vez que te quedaste dormida en la sala, te oí murmurando cosas raras y mencionabas su nombre con mucho cariño.- Lisa se sonrojó brutalmente.-Si te sirve de algo, la vi paseando a su perro el día que Jisoo y yo salimos al parque con nuestros demás amigos.
—Dices que Jisoo es su vecina ¿Cierto?
—Si, Jisoo me comentó que viven en el mismo piso de su departamento y que de vez en cuando se la encuentra camino a la escuela.
—Chae, ya se que vamos hacer hoy- Sonrió levantándose de la cama.
—Esto no es Phineas y Ferb.- Lisa rodó los ojos.
— Y yo que te iba a llevar a ver a Jisoo de sorpresa.
—Está decidido Ferb, iremos a la casa de Jisoo y construiremos el camino hacia los corazones de nuestros crushes- Apretó el puño en alto motivada. Su hermana mayor sonrió divertida.
—Vamos a por ellas tigre.
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Subieron por el elevador al piso en el que Jisoo vivía. La más grande sintiéndose terriblemente nerviosa por ver a la castaña.
—No puedo creer que hice esto sin pensar, mejor vámonos- Dijo intentando retomar su camino al ascensor.
—No Lisa, es muy tarde para irse de aquí. No seas cobarde o tendrás que hacer mi tarea durante una semana por haberme hecho venir hasta aquí y no dejarme ver a Jisoo.
