† PSICOFONIAS . . .

CAPITULO III

Las imágenes me pertenecen prohibido su uso, reproducción o copia para otro fics, historia, etc. Los personajes no me pertenecen sólo los utilice para fines de la historia todos los derechos a su creadora. La historia si es de mi propiedad, no se permite utilizar para cualquier adaptación o historia.

“ No todo está perdido, si la razón palidece ante los hechos.”

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Kagome despertó con dolor de cabeza y un zumbido, trató de enderezarse, Sango que venía entrando se acercó con rapidez evitando que se moviera.

~ Por Dios kagome, que susto! No te muevas, le diré a Midoriko que estás despierta para que avise a tu tío.

Kagome se recostó de nuevo y miró al techo un momento, observo el entorno con curiosidad. Lo primero que vió fueron los postes de la cama . . .era extraño, la suya no tenía. además del tipo de decoración . . . era totalmente diferente a su recamara . . . Pero bello en sus tonos grises . . . y sin embargo . . . Decidió preguntar.

~ Dónde . . . Dónde estoy?

Sango estaba por contestarle pero . . . cayó en cuenta de algo, enseguida abrió los ojos con sorpresa . . . La señorita estaba hablando, por fin hablaba! Era un milagro.
Kagome siguió mirando a su alrededor sin prestar atención a su reacción.

~ Dios ! Está . . . Está en el castillo señorita - kagome la miró sin comprender - El castillo de su tío . . . - Sango le aclaro al verla dudar.- No sé mueva! regreso en un momento.

Y salió rápidamente dejando a kagome aturdida y confundida ante aquella figura, que en cuanto se movió Sango, recién se percataba que se encontraba a un costado de la entrada. Una anciana de aspecto blanquecino, la miraba con una sonrisa de ternura en su rostro extrañamente transparente, pero luminoso. Se levantó de dónde estaba, avanzando lentamente, como si flotase, pues no se escuchaba el ruido de sus pasos en la madera. Kagome cerro los ojos y respiro profundo «¡ no, no de nuevo!» Sintió el movimiento de una mano cálida que se posaba en su cabeza, peinando sus cabellos con cuidado y cariño . . . Una lágrima se deslizó por entre los párpados cerrados de kagome. . . aquel gesto olvidado . . . De la única persona que le demostró amor . . . Su madre . . .le trajo tantos recuerdos que había encerrado en el fondo de su mente . . . Y esa canción . . . Ese espectro, tarareaba algo similar a la nana que su madre le cantaba antes de ir a dormir . . . Y lo hacía, dulcemente. . . muy cerca de su oído, en tanto seguía acariciando sus cabellos.

« Duerme . . . Duerme, mientras yo te cuido . . . Qué a la noche pido. .
Cuide de tí . . . Mi niña . . . Bienvenida a casa.»

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Naraku estaba fascinado ante el esplendor y la opulencia del lugar, jamás pensó en encontrar tal joya arquitectónica en aquellos parajes. Ya el equipo en pleno se encontraba remodelando y cambiando todo para volverla a su antigüo esplendor. Los muebles, pinturas y tapices de todo el castillo estaban siendo sustituidos o restaurados por los mejores evanistas y tapiceros, además de buscar pintores de renombre que estaban gustosos de restaurar semejantes joyas . . . Pero ninguno quiso quedarse en el castillo, así que fueron embaladas las obras y llevadas a un lugar más adecuado para la tarea. Costoso, pero era una inversión que recuperaría con creces! Naraku hablaba con su contador, habían llevado teléfonos satelitales, además de estar instalando antenas para tener acceso a comunicaciones, era un lugar con montañas altas y bastante aislado. Estaban haciendo números, de las ganancias que obtendría en cuanto vendiera o rentara el castillo, incluso podría transformarlo en un hotel turístico, estaba seguro que de que entre sus excéntricos conocidos y clientes, encontraría un comprador o inversionista que pagara el precio, incluso mucho más.