El vinculo de la luz

Cap.5: Camino a la Curación [ 1/3 ]

[ Hola, ¿Cómo están el día de hoy? espero y muy bien eh, bueno ... aquí esta el siguiente capitulo de hoy ] 


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Más tarde, en el mismo lugar del bosque mágico, Seryx, Aria y Ymir se encontraban sumergidos en la belleza y la magia de su entorno.

Seryx observaba con fascinación a las aves que surcaban el cielo. Cada una de ellas tenía su propio llamado y un brillo encantador que lo llenaba de asombro.

Aria, por su parte, se deleitaba en el resplandor y el aroma único de las flores que crecían en el bosque. Cada una de ellas tenía su propio brillo y color, creando una paleta de belleza natural que la maravillaba.

Ymir se encontraba junto a un inmenso río que albergaba una asombrosa variedad de criaturas marinas. Observaba con atención a tortugas, mantarrayas, peces, medusas y cangrejos mientras se sumía en la belleza de la vida acuática.

Sin embargo, de la nada, un ser arcángel emergió del río. Su repentina aparición asustó en gran medida a Ymir, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera. El ser desconocido tenía ojos oscuros, una cicatriz en su ojo izquierdo, cabello blanco y corto, y unas alas arcángel similares a las de Seryx, aunque no tan grandes ni brillantes.

El encuentro inesperado con este misterioso ser abriría un nuevo capítulo en las vidas de Seryx, Aria y Ymir en el bosque mágico, lleno de preguntas y emociones por descubrir.

Ymir yacía en el suelo, aún agitado por la sorpresa de la aparición del ser arcángel. El grito que había dado le había causado un leve dolor en la garganta.

Seryx, protector y decidido a mantener a salvo a su amigo, se posicionó rápidamente frente a Ymir. Miró al ser arcángel con una mezcla de alerta y desafío. -- ¿Qué te pasa? ¡¿Qué quieres?! - gritó Seryx mientras abría sus alas en una postura defensiva, protegiendo a Ymir, quien permanecía tirado en el suelo.

Aria, preocupada por la situación de Ymir, se acercó rápidamente a él. -- ¿Estás bien, Ymir? - preguntó con ansiedad mientras intentaba levantarlo. -- Vamos, levántate -. Decía Aria mientras lo levantaba.

El misterioso ser arcángel observó la reacción de Seryx y el estado de Ymir, riéndose ante la confusión y el temor que había causado. Sin decir palabra, continuó mirándolos con sus ojos oscuros y su cicatriz en el ojo izquierdo, sin dar señales de sus intenciones.

El misterioso ser arcángel, emergiendo del río, comenzó a mover sus alas de una manera que causó un alboroto. El agua salpicó a los tres seres arcángel que estaban en alerta, pero la mayoría de ese agua salió disparada directamente hacia Seryx.

En un abrir y cerrar de ojos, Seryx se acercó rápidamente a Ymir y Aria, cubriéndolos con sus enormes alas y su cuerpo. Era un acto instintivo de protección, su instinto de cuidar a sus amigos.

Aria miró a Seryx con preocupación y le rogó con los ojos. -- No, Seryx, vámonos de aquí... - Decía con algo de miedo.

Seryx, sin embargo, emitió una leve luz carmesí en sus ojos, una señal de firmeza en su determinación. -- Salgan de aquí, por favor - Les instó con una voz decidida.

Tanto Ymir como Aria se negaron rotundamente a abandonar a su amigo. La situación se volvía cada vez más tensa y misteriosa, y estaban dispuestos a enfrentarla juntos, sin importar los desafíos que pudieran encontrar.

Seryx, en un acto de valentía y determinación, se dio vuelta rápidamente para enfrentar al ser arcángel que seguía en el río. -- ¡Sal de allí, rápido! - Le instó con firmeza.