El vinculo de la luz

Cap.8: La Danza de la Luz

[ ¡Hola! Pido una gran disculpa por demorar mucho ... espero estén muy bien y que puedan disfrutar este hermoso capitulo. ]


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En un mundo donde los arcángeles volaban libres, Relgu anhelaba las aguas que le otorgaban una ligereza inigualable. Al emprender el vuelo junto a su amiga Cielia, sentía el peso de sus alas arcangélicas, extrañando la gracia de nadar. A medida que avanzaban por los cielos, un anhelo por las aguas lo invadía, a pesar de la emoción por el vuelo.

Aria notaba a Relgu muy inquieto al ver el movimiento de sus alas, esta se acerca con cuidado a él mientras todos los arcángeles surcaban los cielos buscando alguna aventura. Se posicionó a su lado con precaución, evitando que sus alas se golpearan.

-- Relgu, ¿Qué sucede? - Dijo Aria con atención en su voz, observando detenidamente a su compañero.

Relgu miró a Aria con una mezcla de inquietud y emoción. -- Siento como si algo estuviera cambiando en mí. Mis alas... se sienten diferentes.  - Expresó, tratando de describir esa extraña sensación.

Seryx, quien había estado cerca, se unió a la conversación. -- ¿Diferentes? ¿Cómo? - Preguntó, interesado en lo que Relgu experimentaba.

Relgu, con una expresión preocupada, miraba cómo el brillo en sus alas aumentaba cada vez más. -- Se siente como si algo estuviera a punto de explotar. - Expresó, su voz temblorosa.

-- ¡Abajo ahora! - El repentino grito de Seryx tomó a todos por sorpresa. Sin dudarlo, agarró a Relgu y lo llevó velozmente hacia una rama gruesa de los grandes árboles, mientras los otros tres arcángeles observaban confundidos. Aria y Cielia, con calma y certeza, comprendieron lo que sucedía con Relgu. Pero Ymir, desconcertado, no entendía la situación.

-- ¿Qué está pasando? - Preguntó Ymir, visiblemente inquieto al ver la reacción de Seryx. La incertidumbre se reflejaba en su rostro, sin comprender el motivo de la repentina urgencia.

-- Tendrá un cambio en sus alas, Ymir. -- Dijo Cielia con calma viendo a Relgu con emoción.

Relgu se sentía cada vez más agitado, como si algo dentro de él estuviera cambiando rápidamente. Sudaba profusamente, su respiración se volvía errática y se arrodilló, apoyando las manos en la gruesa rama. -- ¿Qué está pasándome? - Preguntaba con voz temblorosa, el miedo reflejado en sus ojos. Aquella sensación era desconocida para él, y el pánico comenzaba a apoderarse.

Seryx, con calma y tranquilidad, se acercó a Relgu y colocó una mano reconfortante en su espalda. -- Tranquilo, Relgu. Respira profundo. - Dijo en un tono sereno, intentando calmar la turbulencia emocional de su amigo. -- Es solo un cambio, una transformación. Tu esencia está evolucionando, y a veces puede ser abrumador. - Explicó con voz serena, mientras observaba con atención los cambios en las alas de Relgu.

-- ¡Pero nunca me había sentido así! - Exclamó Relgu, sintiendo un miedo que no lograba controlar. Las alas comenzaban a brillar intensamente, llenando el lugar con su resplandor. La intensidad del brillo se incrementaba, y Relgu se sentía cada vez más confundido y nervioso. -- ¡Seryx, no sé qué hacer! - Gritó desesperado. 

Aria, con gestos suaves y una sonrisa reconfortante, se aproximó a Relgu, extendiendo sus manos con la intención de transmitirle una sensación de calma. Los ojos de Relgu reflejaban cansancio y temor mientras observaba a su amiga. -- Debes danzar, Relgu. - Dijo Aria con una dulzura en la voz, tratando de infundirle ánimo. -- Tu luz y tu energía desean danzar alrededor de tus alas. - Agregó con un brillo esperanzador en los ojos.

Relgu asintió lentamente, tratando de comprender las palabras de Aria mientras se ponía de pie con cautela. Sentía el peso abrumador de sus alas, como si cada movimiento fuera un desafío. Cada paso le resultaba torpe y difícil, su cuerpo se resentía ante la pesadez de sus alas. Aria y Seryx lo miraban con paciencia y aliento, esperando que pudiera encontrar la conexión con su esencia arcangélica.