Seis

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Taehyung fue a paso apurado hacia la casa de Jungkook, le había dejado en claro a Jungkook por chat, que no necesitaba de su ayuda para llegar a su casa, Jungkook bromeó enviándole la ubicación de su resistencia, claramente iría por él, pero Taehyung necesitaba trazar límites, cosa que Jungkook no notó.

-Taehyung ¿Qué haces?-.Dijo Jungkook después de frenar su carro.

-Voy a tu casa.

-Dije que te iba a recoger yo.

-Y yo te dije que no era necesario, sé llegar a los lugares por mi cuenta.

-Solo permíteme llevarte.

-Puedo solo.

-No, no puedes.- Dijo Jungkook para después salir del auto y cargar a Taehyung, era complicado, pues Taehyung pataleaba.

-Soy tu jefe, obedéceme.

- Ay, por favor.- Minimizó Taehyung.

-Firmamos un contrato, en donde si tú desobedeces algo que yo te ordene, se cierra el trato y tendrás que pagar el dinero.

-Tengo que leer con atención más seguido.

-¿Por qué estás así conmigo? Si fue por lo del beso... -

Jungkook fue interrumpido por Taehyung.

-¡No es nada de eso!- Aclaró Taehyung rápida y nerviosamente. -No es eso, ¿bien?

-Si no fue eso, demuéstralo no hagas una pataleta como un niño pequeño, solo te quiero ayudar.

-Bien.

El camino fue silencioso e incómodo, Jungkook no lo forzaría a hablar, entiende y sabe muy bien la razón por la que está tan distante, estaba más claro que el agua que era por el beso y podía entender su disgusto. Jungkook no es de esos chicos que sólo juegan con los demás, simplemente no sabe qué le pasó, quizá fue la energía del momento o fue solo un impulso, no lo sabe.

Por el transcurso a su casa, Jungkook pudo ver muchas decoraciones navideñas, pues era la época.

-La ciudad se mira muy linda adornada de esa manera, ¿No lo crees?

-Sí, aunque esté repleta de gente corriendo de un lado a otro con regalos en la mano.- Ambos rieron al unísono.

-Sí, es cierto. Taehyung, ¿podría preguntarte algo?

-Ya lo hiciste.- Taehyung ríe al ver que en el rostro de Jungkook su sonrisa se desvaneció de golpe, causando gracia en el menor. -Es broma, dime.

Parecía que hasta se le había olvidado su enojo, hasta que...

Jungkook estacionó el carro en un parqueo de un comercio -¿Te molestó que te haya dicho que ese beso en la tienda no significó nada?- Soltó Jungkook, esa pregunta se lo estaba comiendo vivo.

-Sí, para mí sí significó algo y esa respuesta me desanimó, pero entiendo, esto es sólo trabajo.

-Me alegra que lo entiendas.- Esas palabras fueron las suficientes para que el corazón de Taehyung se hiciera chiquito, tenía la mínima esperanza de que Jungkook le llevara la contraria. Taehyung asintió bajando su cabeza.

Ahora sí, todo el viaje hacia su residencia fue incómodo y silencioso. Llegaron a su casa, Jungkook se bajó para abrir la puerta del contrario, pero era muy tarde, él ya lo había hecho, Jungkook lo dejó pasar, él también trataba de poner límites, pero se sentía muy tentado, en verdad quería algo a futuro con él.

Ambos estaban sentados en sofá de su habitación, bastante espacioso. -Y bien, ¿cómo nos conocimos?- Preguntó Taehyung, pensaba que al menos ya tenía una historia formada.

Mentiras Piadosas 《kv》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora