La Murallita de tú Corazón [Arauphinha]

[06]

Resubiendo...

💛🌻

Esa mañana se había levantado más temprano, había decidido llevar a su cachorra porque Abigail no le respondía, y tampoco quería molestar a su hermano en demasía con el cuidado que le correspondía a él. 

__ Vamos mi pequeña araña. __ le dijo con un deje de diversión cuando la bebé apenas y le vio, se tiró hacia él. Como si fuese inmortal. Había preparado todas las cosas necesarias para llevar con él, pero ningún juguete porque Raphinha se había comprometido con llevar esos que más le gustaban a su pequeña. 
Cada vez que se ponía a pensar en que Raphael era mucho más materno con su hija que su propia madre, el omega cuidaba cada detalle de su hija y le daba mucho amor. Fue así desde su nacimiento, y para nadie era cosa de otro mundo el sueño de ser padre del omega brasileño. 
Su pequeña se abrazó a él mientras escondía su carita en su cuello, ronroneando como un pequeño gatito. Solo que feroz algunas veces cuando estaba demasiado emocionada le mordía. Con sus pequeños dientes. Desde su nacimiento han sido sus días más ajetreados con la presencia de Aitana. 

__ Aquí... papi te dejará aquí para poder irnos junto a tío Raph. __ murmuraba para que la pequeña se quedara quieta, en cambio empezó a mover sus piecitos y brazos. Cuando escucho el nombre del omega salir de sus labios. 
Pequeños gritos y balbuceos  incoherentes salían de la infante, demasiado emocionada. __ Yo también me pongo feliz cuando lo veo. __ le aseguró en su asiento de bebé y después se subió él, se aseguró de tener a la vista a su pequeña con el espejo retrovisor. Y que la misma esté jugando con el sonajero que le había entregado. 
Se dispuso a conducir, abriendo los portones de su casa con su control y asegurándose de cerrarlo correctamente mientras se alejaba del lugar. 
Una suave balada sonaba por la radio, de vez en cuando miraba a que su pequeña estuviera bien. Mirándola en cada semáforo o vuelta que daba. La pequeña sonreía como si se diese cuenta de que padre la observaba. 
Cuando entro en las instalaciones del Spotify Camp Nou, bajo primero los dos bolsos que había preparado, uno suyo y el otro de su cachorra. Después tomó a la infante en brazos y siguió su camino hacia el vestuario, el silencioso lugar lo recibió. Aunque con la prueba de que ya fue ocupado con uno que otro compañero. 

Bajo en el piso a su hija quien continuaba su lucha con un juguete raro de goma que Gavi le había regalado, masticando y tirándolo al piso para después tomarlo nuevamente. 

Se cambió de ropa tan rápido como pudo y salió al campo con la pequeña en brazos, encontrándose con un pequeño grupo de sus compañeros armando una pequeña jaula con algunos conos altos. Se rió cuando vio a Dembele comprobando que tenía cada uno de ellos protectores, que sospecha fue traído por Raphinha que siempre tenía un montón de los mismos. 

__ Buen día, chicos. __ saludo, la atención de los demás se puso en él. Mirando con atención. 

__ Ya vino Aitana. __ Pedri literalmente le quitó a su hija de sus brazos y la llenó de besos, misma que la pequeña recibía con alegría. Uno tras otro fueron saludando a la pequeña. 
Se quedó viendo como su cachorra era apachurrada por todos. 

__ Hola Ronald. __ Raphinha lo saludo señalando a su hija que ahora recorría la cancha sobre los hombros de Pablo Torre. 

__ Creo que le avisaste a todos. __ dijo con una sonrisa. El omega asintió en respuesta. 

__ Todos aman a los niños, y más si son de la familia. __ dijo antes de tomar el bolso que traía. 

__ Deja yo lo hago. __ protesto Araujo pero el omega se negó, bajando el bolso y sacando algunas mantas para colocarlas sobre el pasto, debían de asegurarla para poder entrenar. 
Ronald observó como Raphinha con esmero cubría toda la zona sin dejar ni un poco de pasto a la vista dentro del muro de contención de conos que formaron. 

__ Si continúas mirándolo de esa manera se va a embarazar. __ bromeó Busquets. Miro sorprendido al mayor, pero sonrojándose ante lo obvio que estaba siendo. 

__ Raphinha es sensacional cuando está cuidando a Aitana. __ murmuró, deseando que el omega no escuche la fascinación presente en su voz. 

__ Seria el papi perfecto para ella. ¿No es así? __ 

__ Lo es... eh, ¡oye! Espera. Eso es una trampa. __ dijo el alfa yendo detrás del mayor que se reía con ganas, Busquets había usado totalmente su desconcentración para pegarle bajo. 
Creyó que la confesión se había quedado entre ellos dos, pero una persona más lo escuchó. 
Misma quien había terminado su labor de preparar el lugar donde se quedaría la cachorra del uruguayo. En sus temblorosas manos sostenía el bolso, su omega inquieto ante el "halago" que recibió de que sería buen padre. 
Sentimientos desbordantes que le daban pánico y a la vez felicidad, se estaba contradiciendo a sí mismo. Haciendo lo que no debe. 
Un suspiro ahogado salió de sus labios. 

__ ¡Ahí va una niña araña! __ gritó Ferran antes de entregarle en sus brazos a una sonriente Aitana. Quien paró de reír a carcajadas para esconderse de las demás personas. 
Metiendo un dedito en su boca mientras su naricita olfateaba en el cuello del omega. Ronronendo gustosa como de costumbre. 

__ Pues ya pareces más su mamá que otra cosa. __ dijo Gavi mientras le hacía cosquillas a la menor en sus pies. 

__ Es que como él pasa tiempo con Ronald, seguro se acostumbró a él. Además, huele bien. __ Pepi dijo, imitando la misma acción de Gavi. 
Consiguiendo patadas por parte de la pequeña niña que continuaba oculta. 
Después de que Xavi les diera la orden de empezar, tuvieron que bajar a Aitana. Que terminó con un montón de pelotas en el campo de concentración que le armaron para distraerla. 
Raphinha realmente quería estar pegada a ella y cuidarla, pero su entrenador dio la orden de que durante el entrenamiento se turnaron para mirarla unos minutos y así no descuidarla. 

A su omega la idea le parecía absurda, incluso si algunos de ahí ya tenían hijos. No le agradaba el hecho de que alguien más cuide de su cachorra. 

Estaba siendo celoso y ni siquiera Aitana era su hija de verdad. 
Pero tenía una debilidad por la niña, y sentía lo mismo por el padre. Bueno, pensaba eso. 
Porque justo en ese día, su omega se despertó con ganas de echarle un ojo al uruguayo que lo sorprendió más de una vez mirándolo. 

Algo tenía ese que le estaba llamando la atención, encendiendo sus alarmas de lo que debe y no debe hacer. 

Prestarle demasiada atención a Ronald es una de las cosas que no debe hacer. 

Continuará...

Pato🌻