Bangchan

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- La cena estubo deliciosa, soy muy feliz cuando me cocinas.

- Cocinar es mi love lenguage.

- Ojalá me amaras a diario.

- Chan, si te invitara a comer diario no vendrías, siempre estás ocupado.

- Por mi mejor amiga, haría lo que sea, excepto procastinar.

- ¿Lo que sea?

- No estarás pensando en que asesine a alguien ¿Verdad?

- ¡Claro que no! Solo quiero invitarte a dormir.

- ¿Una pijamada?

- Si una pijamada, de adultos.

- ¿Por qué me puse nervioso de repente?

- Chan, hace un tiempo que no tengo sexo con nadie, acabas de decir que harías todo por mí. ¿Dormirías conmigo esta noche?

- ¿Estás segura?

- Si a tí no te molesta y esto no arruina nuestra amistad, sí, estoy segura.

- ¿Arruinar? Estoy seguro de que nos llevaremos mejor.- Dijo Bangchan tomando la barbilla de T/N.

T/N había encontrado la excusa perfecta para acostarse con su mejor amigo. Ella se ha sentido atraída por el cuerpo trabajado de Bangchan desde que comenzó su amistad.
La lista de amantes de T/N no es larga, pero siempre ha tenido a su disposición, quien le hiciera llegar al orgasmo cuando la lujuria gobernaba su cuerpo, al menos hasta hace un par de meses, cuando su último amante se marchó a una ciudad vecina.

Cuando se trata de follar, T/N no es exigente, una buena estimulación antes de empezar el coito y un movimiento de cadera constante, le son suficientes para disfrutar sus encuentros; de vez en cuando el sexo oral le apetece (solo recibirlo), sobre todo cuando se encuentra en esos días de ovulación que la vuelven presa de la lascivia. Por lo general no encuentra exitante el llevar un miembro a su boca, a menos de que su libido este por las nubes.
En su habitación, más de una vez, utilizó sus manos para darse placer mientras pensaba en Bangchan; solo con imaginar que su amigo estaba en su habitación, su entrepierna se humedecía y sus pezones se tornaban erectos.

- ¿De verdad crees que nos llevaremos mejor?- Dijo T/N sonriendo.

- Eso depende.

- ¿De qué depende?

- De que me dejes hacerte todo lo que quiera.

- ¿Qué me quieres hacer?

- Ya lo verás.

Bangchan cargó a T/N para llevarla hasta la habitación, la acostó en la cama para después quitarse la playera y el pantalón. Comenzó a retirar prenda por prenda hasta dejar completamente desnuda a T/N.

- Aún no empiezo y ya estás tan exitada.- Dijo Bangchan sosteniendo las bragas húmedas de T/N.

Ella fue directo hacia Bangchan para besarlo, intentó recostarlo en la cama para subir sobre él, pero Chan no cedió.

- Soy el director que dirigirá está obra de teatro, haremos todo a mi manera. Tú solo encárgate de disfrutar cómo te hago mía.

Con besos suaves, Bangchan comenzó a besar las piernas de T/N. Comenzó desde el empeine y subía lentamente hasta llegar sobre la cadera. Separó los muslos para besarlos por la parte interna, primero el muslo izquierdo después el derecho; su lengua llegó sin aviso hasta la entrepierna dónde comenzó a lamer diligentemente el rosado e hinchado clítoris. Los gemidos de T/N hacían eco en la habitación.

- Chan, si sólo haces eso me voy... mmmh... me voy a... mmmh... a venir.

- ¿Quieres que me detenga?

- Solo un poco, por favor.

Bangchan subió hasta la altura de los pechos de T/N, llevo su boca a uno de los pezones para besarlos, lamerlos y morderlos a su antojo. Continúo así por un par de minutos, posteriormente se puso de pie frente a la cama y se quitó los calzoncillos.

- Es tu turno, trae tu boca hasta aquí.- Dijo mientras sostenía su endurecido miembro con la mano izquierda.

Completamente sumisa, T/N se arrodilló frente a él para darle placer con su boca; Bangchan la tomó por el cabello, como si estuviera sosteniendo una coleta.

La respiración pesada de Bangchan era acompañada con muecas de placer en su rostro y algunos quejidos que dejaba escapar de a poco.

- Párate frente al peinador y sube una pierna.

T/N se colocó frente al peinador, flexionó su rodilla y llevo la pierna sobre el peinador. Bangchan se introdujo en ella y comenzó a dar estocadas fuertes y profundas.

- Linda no bajes la mirada, quiero que observes las expresiones que estás haciendo.

El acto continuaba según lo estaba dirigiendo Bangchan. Sacó su miembro, le ordenó a T/N darse la vuelta para que de sentará sobre el peinador. Una vez arriba ella separó las piernas para que se amante entrara de nuevo. Con su mano derecha, él estimulaba a T/N al tanto que seguía entrando y saliendo. Los gemidos de ella era cada vez más fuertes.

- No grites, nos van a escuchar los vecinos.- Exclamó Bangchan mientras le cubría la boca con la mano izquierda.

Las profundas estocadas y la constante estimulación, lograron que el cuerpo henchido de placer de T/N, dejara de escapar un río de entre sus piernas.












No seas mi amigo esta noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora