Los ojos del cazador

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No lo pensó por mucho tiempo, se alejó un poco y regresó con mas leña.

–Creo que esta noche no cenaremos.
Dijo con voz tranquila para no fastidiar al chico, quien no se molestó en contestar.

–Si te sientes listo para entrar a descansar puedes hacerlo y descuida hay suficiente espacio.

Se preguntó si sería bueno quitarle el collar que portaba solo como precaución para evitar cualquier problema. Pero pensó en que si lo podía hacer ya había pasado su oportunidad.

Esperó no ser traicionada por ese sujeto, que al menos le permitiera volver, aunque si no planeaba hacerlo ella pensó que tampoco tendría mucho que perder.
Antes de entrar al refugio que levantó lo observó desde la entrada, su mirada vacía en el calor de las llamas crujientes, sintió un poco de pena pero lo dejó seguir pensando mientras dormía.

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Adelante de ellos iban solo dos cazadores Anbu. "¿La Hokage pensó que serían suficientes?" Se cuestionó el Hyuga.

Frenaron de golpe lo que hizo que los chicos se alarmarán.

-Maldición.

-Ya saben que los seguimos.

Uno de ellos aprovechó para estirarse y el otro bebió algo de agua.

-No se escondan más, sabemos que nos siguen desde hace rato.

Los chicos intercambiaron miradas pero al final desistieron.

-Acompáñenos, pero están advertidos, evidentemente les hizo falta mas fuerza para enfrentar al enemigo la última vez, las cosas no han cambiado mucho desde entonces.

Neji y Lee se mostraron un poco nerviosos pero fue Lee quien recalcó que por su amiga lo intentarían una vez más.

El Anbu asintió con la cabeza y continuaron la búsqueda.

-Kai es un Inuzuka con olfato cuatro veces mas desarrollado de lo normal para su clan, él nos ayuda a rastrearla, aunque también hay restos de aromas que lo confunden. Llegaremos en un par de horas al sitio donde el percibe el olor de su amiga.

-¡Si!
Respondieron al unísono siguiendo a los Anbu.

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Apenas estaba levantándose el sol pero Tenten percibió la claridad del día y decidió ponerse de pie.

No encontró al castaño dentro y al asomarse a las cenizas de la fogata tampoco se hallaba a la vista.

"No puede estar muy lejos" pensó "Lo sentiría"

Tomó todo lo que había encontrado la noche anterior y se levantó el cabello.

-Con el pelo así te ves como el día que te secuestramos.

Titubeó al darse cuenta que no había sido un buen comentario.

-Bueno, lamento eso. Te llevaré de vuelta a tu aldea.

La castaña lo miró perpleja. ¿Estaba segura de que ya había despertado? Porque ese era un escenario difícil de creer.

Lo miró con intensidad tratando de descifrar su planes pero solo consiguió que el chico se sonrojara levemente.

-Entonces ¿Nos vamos ya?

La ayudó a retirar la casa de acampar improvisada y le ofreció una cantimplora con agua para que bebiera algo.

-Tsss lo olvidaba, el desayuno.

Dijo el palpando su frente suavemente.

-Dame un minuto y lo tendré listo.

De una de sus bolsas saco una redecilla donde había unos cuantos pescados. Saco un par de estos y encendió la fogata de vuelta. Los colocó alrededor de la lumbre para que se asarán.

Tenten seguía sin creerse el comportamiento del chico. Era complicado de asimilar, el mismo chico que la secuestró y le hablaba como a un perro callejero, ahora era quien calentaba agua para ofrecerle un té.

El castaño le ofreció lugar cerca de él para calentarse las manos mientras el sol terminaba de levantarse.

Al acercarse pudo admirarlo un poco mejor: su cabello era ondulado y castaño, y cuando la luz del sol lo tocaba se ondeaban como olas de color dorado, su piel era un poco mas clara que la de ella lo que permitía ver que tenía muchas pecas, una nariz recta con unos pómulos redondos y sus ojos, ella recuerda unos ojos verdes llenos de fuego y soberbia. Ahora los observaba apaciguados con una opacidad que seguramente acababan de obtener.

Tomó el vaso caliente que le entregó el muchacho y antes de preguntar un poco nerviosa se aclaró la garganta.

-¿Porque no vienes conmigo a Konoha?

El joven la miró con una fugaz inocencia.

-Te entregaré y diré que fui yo quien te trajo a la fuerza. Seguro después me encerrarán o algo por el estilo.

-No tienes que entregarte. Puedes decir que buscas un hogar, que quieres ser parte de la Hoja.

-!No soy un huérfano! Sé de donde vengo, sé quienes eran mis padres y mis hermanos. Conozco mi historia, no quiero borrar mi pasado para tener un futuro.

-Querer pertenecer a la aldea no significa renunciar a lo que eres Tora.

La pronunciación de su nombre le erizó la piel. A pesar de haber pasado tiempo juntos nunca la escuchó decirlo, de hecho él tampoco la había llamado por su nombre, pero se preguntaba si eso le gustaría a ella.

-A pesar de que yo formo parte de la aldea hay ocasiones en las que siento que no encajo en ningún lugar. Aunque tengo amigos, me hubiera gustado tener una familia.

La miró callado, prestando atención a cada palabra que decía.

-Pero está bien si quieres hacerlo de esa manera, es tu decisión y no te detendré.

Se puso de pie para comenzar a andar.

-Tenten.

Se dió la vuelta para encontrarse con Tora de pie caminando hacía ella.  Cuando lo tuvo a unos centímetros de distancia observó como se retiraba el collar y tomaba sus manos para dejarlo sobre estas.

Su corazón empezó a latir suavemente al tacto del moreno.
Y al mirarlo pudo notar en sus ojos un brillo que estaba segura que los suyos reflejaban.

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La empecé a leer y yo solita me emocioné por que pasaría después 😂😂
Ojalá la autora actualizara mas seguido 😌😅😅

When You Let Her GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora