XXIV. d-day

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algo que nadie esperaba, era que la carta había llegado un día antes a hanbin, así que para cuando leyó esta, se apresuró a regresar de su viaje para visitar al menor.

no quería llorar, no era momento, todo era un sueño, matthew estaba bien y al llegar lo sorprendería y se daría cuenta que solo era una broma de mal gusto.

él tenía que estar bien.

él estaba bien.

estaban por dar las tres de la madrugada cuando hanbin llegó al lugar, la puerta de la casa del menor estaba abierta, lo cual alarmó aún más a hanbin.

aún no podía creerlo, no hasta que lo viera.

entonces entró, lo más rápido que pudo. cocina, sala, su cuarto de juegos, baño, estaban vacíos, las cosas estaban metidas en cajas y no quedaba ni siquiera algo colgando en la pared.

solo faltaba su cuarto, el mayor, lentamente caminó hasta este, pero al intentar abrir la puerta, este no pudo, estaba cerrada desde adentro con el seguro, a pesar de esto, hanbin ya desesperado comenzó a forcejear, no podía rendirse fácilmente.

— matthew. matt ¿estás ahí?

no había respuesta. alarmado, llamó a una ambulancia por cualquier caso y al terminar esta volvió su atención al menor.

— ¡matthew! por favor contestame, lo siento mucho, por favor.

al no recibir respuesta nuevamente, hanbin se separó de la puerta, miró al rededor y comenzó a buscar entre las cajas algo que pudiera ayudar a abrir la puerta.

encontró una caja de herramientas, entre estás un pequeño martillo, con el que comenzó a golpear la manija con fuerza, desesperado, hasta que esta se rompió al fin y pudo abrir la puerta.

— matt...

habló casi aliviado al ver el cuerpo intacto del menor recostado en su cama, con los audífonos puestos.

decidió tener esperanza unos últimos momentos mientras se acercaba al contrario.

se hincó al lado de la cama y extendió su mano para tomar una de las del menor, su mano estaba más fría de lo normal.

sin darse cuenta, hanbin había comenzado a soltar lágrimas, sonreía entre el dolor que aquella imagen provocaba.

— tus manos siempre están frías matt, es por eso que siempre me pedías que las calentara por ti. te ves muy lindo mientras duermes, parece que por fin tienes paz.

más lágrimas caían por sus mejillas, hambin sabía que había cometido un error que no podía reparar, todo esto era su culpa.

— no te vayas, aún te quiero. por favor matt, te necesito, no puedes dejarme así.

pero era cierto que el mayor lo había dejado primero.

— lo siento, dios, lo siento tanto por favor perdóname, no debí dejarte jamás, lo lamento, todo esto es mi culpa.

hanbin se aferró a su mano y en un par de segundos se acercó más para envolver el cuerpo del menor en un abrazo.

no podía escuchar ni sentir los latidos del corazón de su mejor amigo. sentía como su corazón se desgarraba, una parte de su alma se estaba yendo con el menor.

— perdón por no darme cuenta antes, perdón por creer que estabas bien. merecías a alguien mucho mejor que yo, ¿por qué fuí yo a quien le entregaste tu corazón hasta el último momento?

210 letters  ✿  mattbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora