Se dice que en el pueblo hay una persona encapuchada con su rostro cubierto por una máscara junto con sus bellas mariposas monarcas que ayudan a los fallecidos a llegar a su descanso eterno. También se dice que las personas que lo miran mueren o est...
Hoy era un día muy diferente. Jimin despertó con un mal presentimiento sobre su abuela. Se levantó rápido a hacer sus quehaceres del hogar pero sí abuela aún no había despertado.
Pensó que estaba cansada y la dejo dormir un poco más pero ella siempre se despertaba primero antes que él por lo que empezaba a dudar así que fue a la habitación de su abuela.
— Abuela, ya es tarde — Pero ella no respondió.
— Abuela, no me asustes...ya no juegues así que me estás asustando.
Al ver que su abuela no respondía empezó a mover su cuerpo frenéticamente pero con más preocupación y desesperación.
El enojo se volvió llanto, el miedo se volvió tristeza, no podía creer que su abuela ya no se encontraba con vida. Y lo confirmo cuando vio una mariposa posando sobre el respaldo de su cama.
— No Jungkook, por favor no te lleves a mi abuela, a ella no....¡Jungkook por favor no te la lleves! ¡A ella no!
— La mariposa monarca se convirtió en una dorada y se marchó de la habitación dejando aún joven con el alma herida. Abrazando a su único familiar cercano a él.
— ¡Te odio!, ¡Porque lo hiciste, porque!¡No lo quiero volver a ver, te odio Jungkook!
Sin embargo Jimin no se dió cuenta que Jungkook estaba a un lado de la ventana escuchándolo todo este tiempo. Al oírlo decir que lo odiaba a Jungkook se le partía el corazón. Es por eso que no quería enamorarse, sabía que algo así pasaría.
— Lo siento...— Susurro para el mismo.
Antes de irse volvió a colocarse su máscara porque hoy llegaron los soldados reales buscándolo de nuevo para arrancarle su corazón.
Para su mala suerte, lo descubrieron y comenzaron a dispararle, hasta intentar cazarlo.
— ¡Atrapenlo!, ¡Es el joven de la máscara!
Jimin escuchó los gritos y a pesar del dolor que tenía, debía proteger a su amado.
— Regresaré pronto abuela, debo proteger a mi amado, el joven de las mariposas — Le dió un beso en la frente antes de irse.
Tomó su caballo y cabalgó por todo el pueblo buscando a su joven de las mariposas doradas antes que ellos.
Por fortuna lo encontró escondido en un callejón. Le dió una señal para que se subiera al caballo detrás de él.
Jungkook sabía que no era el mejor momento de verse pero no le quedaba opción. Se subió y los dos fueron directo al bosque. Mientras cabalgaban a la orilla del río Jungkook lloraba en silencio sobre la espalda de Jimin aferrándose a su cintura. No quería ver su mirada de odio.
Él alcanzó a ver cómo los ojos de Jimin estaban hinchados y un poco rojos por el llanto y todo por culpa suya.
— Lo siento...
— ¿Ya lo sabías? — Dijo Jimin de manera fría.
— Si...
— También ella lo sabía — Su voz se quebraba al hablar.
— Si, también ella lo sabía — Una risa sarcástica salió de los labios de Jimin.
— Ni siquiera pude despedirme, solo se fue sin decirme nada.
— Ella...,sabía quién era y me pidió personalmente que yo fuera a recoger su alma.
— ¿A dónde van las mariposas?
— A su descanso eterno. Pero ella aún no se ha ido. Ella está frente a ti.
Una mariposa monarca no dejaba de revolotear a su alrededor. Hasta que se detuvo en la frente de Jimin. Recordando los besos de buenas noches que ella le daba de niño.
Fue que entendió que era ella y que al final sí se pudo despedir.
— Eres una egoísta abuela..., como pudiste irte sin decir nada. Te amo mucho y sé que mamá te recibirá con los brazos abiertos.
Siguieron a la mariposa hasta el santuario de Jungkook, dónde la mariposa se esfumó a un mejor lugar. Jimin se acosto en las piernas de Jungkook mientras este le acaricio su cabello a manera de consuelo. Jungkook le dijo que se podía quedar todo lo que desee, que llore lo que tenga que llorar. Los dos después de un tiempo se quedaron dormidos en el campo de flores de cempasúchil.
Al día siguiente Jungkook acompañó a Jimin al funeral de su abuela en la iglesia junto con su amigo Taehyung. Muchos de los presentes se sentían tristes por el joven pero no podían evitar sentir curiosidad por el joven que estaba a su lado. Estaba muy bien vestido que por momentos podrían jurar que podría pertenecer a la realeza.
Para mala suerte de los jóvenes al terminar el entierro, los guardias reales habían llegado al cementerio en busca del joven enmascarado. Jungkook tenía mucho miedo pero Jimin lo abrazaba en forma de protección.
— ¿Tu no eres de por aquí verdad? — Iban a tocar a Jungkook pero jimin lo impidió.
— Ustedes tampoco pertenecen aquí.
— Al menos yo no huí del conflicto en el reino como muchos jóvenes que se encuentran aquí con nosotros. Pero se ha terminado, tengo un anuncio del Rey se le ordena a todos los jóvenes de entre 18 años o más a pelear en el nombre del Rey de forma obligatoria sin excepciones.
El comunicado dejó asustados y tristes a todos en el pueblo, no podían creer que sus familiares fueran obligados a pelear. Al no poder hacer nada todos los varones del pueblo tuvieron que alistarse para la batalla. Jimin antes de irse volvió a recorrer ese río que lo llevaba a casa de su amada y lo encontró llorando sin control.
— Jungkook..., voy a volver cueste lo que cueste pero voy a volver.
— No Jimin..., tu no volveras algo me dice que no lo harás. Yo te lo dije que al estar conmigo estarías condenado quien me conoce muere. muchos en tu pueblo me miraron y ahora es muy probable que fallezcan por culpa mía.
— La muerte no es culpa de nadie, es algo que tarde o temprano tiene que suceder, algun dia tendre que morir Jungkook mas no significa que sea por conocerte.
Jimin abrazo a jungkook que no paraba de llorar y de preocuparse mucho por el
— Así como le dije a tu abuela te lo digo a ti, cuando vayas a esa batalla no vas a volver..., No te vayas Jimin, por favor no te vayas...
— Tengo que hacerlo — Sostuvo su rostro con sus manos — Como lo dije antes, te prometo que volveré. Te amo en vida y en muerte.
Fue lo último que escuchó de su amado antes de que cruzara esa cascada y se perdiera de su vista. Todo lo que le quedaba era esperar.
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