El día que tomaste la decisión de irte, te lo agradecí, aunque sentí como mi corazón se rompía, te lo agradecí porque yo no hubiera dado para irme y necesitaba que esto terminara, pero yo no sabía como hacerlo. No sabía como irme porque me costaba dejarte, aunque estar contigo me hacia daño y muy en el fondo lo sabía, pero seguía engañándome porque te quería tanto que se me había olvidado que primero estaba yo, que no debí permitirte tanto, que desde que empezaste a lastimarme debí poner un alto e irme en ese entonces. Por eso agradezco que te hayas ido, aunque debí hacerlo yo, pero aún no era capaz. Tarde mucho en darme cuenta de las cosas y en aceptarlas como en realidad eran, pero lo conseguí aunque fuese a la malas.
ESTÁS LEYENDO
Cartas sin buzón de destino
RomantikPor si te preguntas ¿cuál es la persona a quién serían destinadas estas "cartas"? La respuesta sería a todos ustedes, a todos los que se identifican con mis escritos. No necesitan saber si lo que está escrito es basado en hechos reales, pero por si...