Tarde en darme cuenta que yo no era a quién realmente amabas, que yo era quién sobraba, pero quise creer que me amabas porque solo así escapada de mi realidad, de la triste y dura realidad. pero por más que lo intente no pude seguir así, muy en el fondo de mi corazón lo sabía, a mi corazón no podía engañarlo. Aún cuando trate de sonreír, sentía ese nudo en la garganta y mis lagrimas empezaban a salir. Así que lo mejor que pude hacer fue aceptar ese hecho, el hecho de que nunca me ibas a mar y ahí fue cuando te solté y por fin pude irme.
ESTÁS LEYENDO
Cartas sin buzón de destino
Storie d'amorePor si te preguntas ¿cuál es la persona a quién serían destinadas estas "cartas"? La respuesta sería a todos ustedes, a todos los que se identifican con mis escritos. No necesitan saber si lo que está escrito es basado en hechos reales, pero por si...