No sabes cuanto intente quedarme, no sabes cuantas veces me toco hacerme la tonta para seguir ahí, solo porque te quería, pero tú hiciste hasta lo imposible para lastimarme. Se había vuelto tan evidente que ya no sabía como justificarte, y solo así pude darme cuenta que no podía seguir así y tuve que irme con mi corazón hecho pedazos.
ESTÁS LEYENDO
Cartas sin buzón de destino
RomansaPor si te preguntas ¿cuál es la persona a quién serían destinadas estas "cartas"? La respuesta sería a todos ustedes, a todos los que se identifican con mis escritos. No necesitan saber si lo que está escrito es basado en hechos reales, pero por si...