24 horas al día lo pienso,
puede que suene intenso,
pero acá traigo
firme argumento:
es un problema
vivir en el desvelo
que han causado en mí,
los besos del caballero.
Me nubla de rabia
saber que el agua
no podrá limpiar los pensamientos, donde entrego mi aliento
a su merced.
Los 1440 minutos
me mantengo en ascuas y luto,
al no verlo volver.
Se fue aquella tarde de octubre,
bajo la lluvia,
y yo empapada de lágrimas
lo observé.
Y se acabaron los recuerdos
que puedo enumerar,
hay cosas que evocar no deseo,
por su bien y mi bien.
Tendré que conformarme
con pensarle los
43 800 minutos de cada mes.
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Escritos desesperados
RandomRelatos cortos, hechos para personas que buscan una síntesis de emociones y acontecimientos.