No estoy aquí. Estoy, en un lugar muy feliz, con mucha luz, parece el paraiso.
No, no estoy aquí, dónde hay sólo sufrimiento y dolor.
No estoy aquí, dónde todos los días hago heridas en mi piel, para soportar las heridas de mi alma.
No estoy aquí, aquí no existo. No estoy aquí. Soy invisible.
Adiós.