En el año 2025, el planeta fue envuelto por un extraño virus que nunca pudo detenerse. Acabó con más del setenta por ciento de la población y sólo aquellos inmunes a este, sobrevivieron. Pero otro gran problema se hizo presente para aquellos que in...
Hola bellos lectores, hemos llegado al final de esta historia. Les agradezco mucho a todos los que me esperaron por años mientras me recuperaba.
Recuerden pasar por el apartado de mi nuevo proyecto de novela visual "La Cruda Realidad". Ya está disponible! :D No se pierdan una nueva historia llena de romance y drama entre dos chicas que buscan sobrevivir a la cruda guerra. Con sonidos, música y dibujos! Un abrazo a todos quienes me siguen fielmente, los quiero mucho!
La Cruda Realidad, tapa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Que disfruten el último capítulo de Plaga de Invierno.
Mérida durmió unas cuatro horas, el llanto de las bebés la hizo abrir los ojos rápidamente, le dolía todo el cuerpo, pero intentó acomodarse para tomar asiento.
-Mérida -la mira Noah con preocupación sosteniendo a ambas bebés- No sé qué hacer, llevan rato llorando. No he querido ir por mis padres porque tengo miedo de que les de un golpe de frío si las saco y tampoco podía dejarlas solas aquí.
-Deben tener hambre -se levanta la ropa- ¿Me ayudas?
La loba deja a las bebés sobre ella, acomodando sus pequeños cuerpos para que la cabeza de cada una logre alcanzar los senos de la castaña. Hubo un completo silencio cuando empezaron a tomar leche.
-¿Cuánto he dormido? No sé si debía darles de comer apenas nacieron -dice un tanto preocupada.
-Un par de horas... Iba a ponerlas yo en tu pecho para que tomen, pero mi papá entró hace una hora para decirme que hubo un ataque por parte de varios infestados y eso me dejó en alerta -baja sus orejas- Lo siento, a pesar de que empezaron a llorar no tomé alguna iniciativa más que darles palmaditas en la espalda.
Mérida se dio cuenta que su pareja se veía con mucha ansiedad, por lo que intentó calmarla.
-Tranquila amor. Te has encargado de ellas tu solita todo este rato. Ve a ver a tus padres -deja una pequeña sonrisa en su rostro.
-¿Segura? ¿Y si necesitas algo dentro en cinco minutos? -acerco su frente a la de la castaña.
-Estaré bien en cinco minutos -ríe con delicadeza ante las palabras de su pareja.
-Iré rápido. No me tardaré nada -le besa los labios y se pone de pie rápidamente, saliendo de la carpa.
Mérida sonrió ante las reacciones de Noah, luego miró a las bebes y le dio un beso a cada una en la frente, meciéndolas un poco.
-Todo va a estar bien -acerca su mejilla con delicadeza a una de ellas- Estoy aquí...
Por alguna extraña razón y pese a ser un hermoso momento, recordó la sangre que vio al despertar en la camilla del sector nueve. Intentaba con todas sus fuerzas enfocarse en las dos pequeñas, pero el horrible recuerdo logró sacarle unas cuantas lágrimas.
