Capítulo 4: Lobos y humanos, caminos separados -parte 1

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Notas de la autora.

¿Qué tal bellezas? Aquí les dejo el siguiente capítulo de esta historia, si no sigo otras, es porque quiero concentrarme primero en una y luego en otra, así no termino pausando todo (? Lamento la demora, las fiestas me atrasan (? Les mando muchos besos y abrazos!! :D 

Hana ~~ <3 

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En el 2017, estados unidos encontró a seis misteriosos niños que habían sobrevivido al bosque desde su nacimiento. No se logró localizar a sus padres y fueron enviados a un hospital, donde cuidaban niños perdidos. Con el tiempo, estos pequeños demostraron ser muy diferentes a otros chicos de su edad, tanto en fuerza, como en sus costumbres, al inicio se pensó que podía deberse a la crianza en el bosque, pero un doctor que estuvo estudiándolos encontró un gen particular que llevó a tomar a todos esos niños para ser trasladados a un centro de estudios: estaban genéticamente conectados con los lobos.

Uno de los científicos, Adam Glyn, estuvo en desacuerdo con el estudio de los niños, formó manifestaciones y grupos en contra. Pero durante los estudios, en el 2018, uno de los pequeños logró transformarse en algo que dejó a todos los científicos boca abierta: un pequeño hombre lobo, en realidad... medía un metro más que el niño. Para callar a Adam, los que estudiaban a los niños mostraron a las personas el ataque que había sufrido uno de los doctores por el extraño canino; la gente, aterrada a lo desconocido y a que tanto podían llegar las criaturas que habían traído, decidieron callar y hacerse un lado. Adam no pudo hacer más, era vigilado las veinticuatro horas del día.

En el 2019 una extraña enfermedad comenzó a expedirse por el sur de américa, llevándose vidas consigo. A los pocos meses, ya se habíapropagado por casi todo el mundo. Muchas personas comenzaron a vivir dentro de sus casas, debido a que el virus era muy peligroso. En el sector donde se estudiaba a los niños, desesperados por respuestas, se los dejó expuestos al exterior, encerrados con vallas eléctricas; uno de ellos murió al hacer contacto tras querer escapar, pero fue el "ejemplo" para que los demás no hiciesen lo mismo. Los dejaron una semana completa, eran alimentados y vigilados por cámaras. Así mismo, cuando los hicieron ingresar, ninguno había sido afectado por el virus, lo que conllevó a que ellos podían tener la cura o alguna especie de barrera que podía lidiar contra el virus. A cada doctor de alto rango se le asignó un niño, para ser estudiado a fondo y de maneras diferentes. A Adam se le designó una niña, la más joven del grupo a la cual nombró Max, era la única que, a pesar de haber sido sometida al dolor, no logró transformarse en lo mismo que sus hermanos; era muy callada y la más débil del grupo, no presentaba una fuerza como la de los otros, pero llevaba la misma sangre, por lo cual no podía desecharse. Todos los niños eran encerrados en cúpulas individuales cuando los estudios finalizaban, dentro de las cúpulas, se les colocaba animales vivos, vegetación y agua; como una pequeña representación de lo que una vez había sido su hábitat, pero muy reducida en tamaño, algo así como una jaula gigante de zoológico.

-Max –llamó Adam, ingresando a la cúpula con unos dulces, pero por más que intentaba tener una comunicación con ella, nunca se acercaba, sólo lo observaba desde los arbustos. Suspiró y adentró para dejar los dulces donde siempre los colocaba.

-¿Papá? –preguntó una pequeña, ingresando al sitio, pero su padre no la escuchó.

La niña de cabello castaño comenzó a caminar en dirección opuesta a él, ayudándose con un palo, dando pequeños toques en el aire y el suelo. Adam no logró ver lo que había sucedido y cerró el domo.

-¿Papá? –volvió a preguntar, un tanto más fuerte, dado que los olores que la rodeaban eran muy diferentes a lugar que estaba acostumbrada a rondar.

Plaga de invierno (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora