"Las sombras de Norialti" Libro 1: "Despertar en el Tiempo"

Capítulo 3: La Pesadilla de la Eclipsia

   La noche cubría Noralti con su manto de silencio, y en una tranquila casa de madera, Alex se retorcía entre las sábanas. La luna llena brillaba intensamente en el cielo, como si anticipara la pesadilla que se cerniría sobre sus sueños. En su mundo onírico, el pueblo parecía teñido de sombras y misterio.

   Mientras el eclipse solar oscurecía el cielo, las sombras cobraban vida. Alex se encontraba en un rincón oscuro del pueblo, oculto entre los edificios antiguos y las calles adoquinadas. Las sombras danzaban en un ritual macabro, contorsionándose y retorciéndose con una gracia perturbadora.

   En el centro de la ceremonia, un libro antiguo estaba colocado en un atril. Sus páginas, cubiertas de inscripciones en un idioma desconocido, parecían exhalar susurros oscuros. El libro parecía susurrar secretos que resonaban en las profundidades de su mente, secretos sobre el pueblo, su historia y su oscuro destino.

   Alex observó con horror cómo los habitantes del pueblo, vestidos con túnicas oscuras, seguían el compás de las sombras con pasos cadenciosos. Sus rostros estaban ocultos bajo las capuchas, pero sentía que lo miraban con ojos vacíos, como si supieran que él estaba allí, en su pesadilla.

   La pesadilla se intensificaba mientras las sombras se alargaban y los cánticos oscuros resonaban en sus oídos. En su mente, Alex sabía que debía escapar de aquel lugar aterrador, pero no podía moverse. Estaba paralizado, atrapado en el ritual macabro.

   Finalmente, la pesadilla lo arrastró hacia las profundidades de un abismo negro, y despertó sudando y agitado. Las sombras de la pesadilla parecían persistir a su alrededor, como si hubieran encontrado un refugio en su mente.

   La inquietud no lo abandonó mientras llamaba a sus amigos al día siguiente. Maya, Eli y Liv se reunieron en la sala de estar de su casa, mirándolo con preocupación. Alex compartió la pesadilla, omitiendo algunos detalles, como las sombras acechantes. No quería preocuparlos más de lo necesario.

  Maya, con sus ojos llenos de determinación, tomó la palabra:

—Debemos investigar esto, Alex. Si esta pesadilla está relacionada con Noralti, necesitamos encontrar respuestas. La biblioteca abandonada podría ser un buen punto de partida.

  Después de un largo debate, el grupo acordó visitar la biblioteca. A medida que exploraban los estantes llenos de libros antiguos y polvorientos, las horas pasaban y las pistas eran escasas. Hasta que, en un rincón oscuro y olvidado, Maya encontró una página suelta de un libro antiguo. Alex miró el contenido y se dio cuenta de que era el mismo libro que había visto en su pesadilla.

  La página estaba llena de símbolos y palabras en un idioma antiguo. La revelación lo dejó sin aliento. ¿Cómo era posible que un libro de su pesadilla existiera en la biblioteca de Noralti? Y, lo que era aún más inquietante, ¿qué secretos guardaba? El capítulo terminó con el grupo de amigos frente a esta página misteriosa, con la sensación de que estaban a punto de desentrañar un enigma mucho más profundo y oscuro de lo que habían imaginado.