Paciencia ❁ HyunIn

Capitulo 7

La hora de ir a casa llegó y los alumnos juntaban desesperadamente sus cosas. Aún más Jeongin, se sentía muy raro y quería llegar ya a su casa.

Al salir del aula apresurado, chocó con alguien que no quería ver ni en pintura. Para su desgracia eso era imposible, ya que eran compañeros.

—Fíjate por donde vas. — le oyó decir a Hyunjin con su voz prepotente.

Subió la vista para encararlo.

—Fíjate tú, que te metes en mi camino.

Hyunjin alzó una ceja, divertido, y se acercó a él. Jeongin se puso nervioso.

—Pero si eres tú el que me ha chocado.

—Pu-pues... ¡fue tu culpa, no mía!

Al pelinegro le tocó rodar los ojos.

—Como sea, deja de chocarme, zorrita.

Esta vez Jeongin rio, no se podía creer que se lo dijese a él cuando hace un rato el estaba haciendo cosas indebidas con una verdadera zorra.

—Zorrita será con el que te metes, querido, no utilices ese insulto porque a una persona decente como yo, no le queda.

Hyunjin se encogió de hombros.

—No me meto con zorras, no sé de qué hablas.

—Ah, mira tu, no solo te basta follar en el instituto, sino que también me faltas el respeto con tu cinismo. Eres un descarado. — caminó con el rostro rojo hacia la salida, con un pelinegro siguiéndole.

—¿Cómo sabes eso? Bueno, no me interesa, pero si llegas a de-

Jeongin se giró furioso, zafándose de su agarre.

—Si llego a decirlo ¿qué me harás? ¿Ah? No eres nadie para venir que amenazarme, si quiero abrir mi boca lo hago ¿y qué?

Hyunjin miró de un lado a otro verificando que no pasase nadie por aquel rincón y con fuerza arrastró a Jeongin hacia un callejón, tomándolo con fuerza de la muñeca mientras que el otro trataba de separarse.

—¡Suéltame Hyunjin, me estás lastimando!

—Me importa una jodida mierda.

El pelinegro le empujó hacia una pared y lloriqueó de dolor. No estaba acostumbrado a que le tratasen así.

—Mira Jeongin... — empezó Hyunjin. — Trato de ser una persona pacífica, de verdad que trato de serlo. Pero si no paras con tu actitud de joderme los huevos a cada segundo te voy a... — apretó los puños, molesto. — ya sabes lo que te voy a hacer.

—No te tengo miedo. — le retó.

—¿Y eso te qué te sirve? Eres un inútil, te puedo romper los huesos de la mano sin el menor esfuerzo. Te lo digo en serio... — se acercó y lo acorraló, Jeongin se sintió pequeño a su lado. — deja de joderme.

El rubio estaba muy confundido, la fragancia que desprendía Hyunjin de repente le pareció muy deliciosa. Quizás y solo quizás, Hyunjin de cerca no era tan feo.

—¿Por qué me miras los labios? ¿Quieres un beso o qué? — le preguntó, brusco.

—Prefiero que me bese Soobin a que me beses tu.

Soobin era conocido por andar siempre detrás de Jeongin, éste último no le quería siquiera ver de tantas insinuaciones.

Pero en realidad si quería recibir un beso de esos labios rosados que parecían tan suaves, según su subconsciencia.