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— Te amo, Alvin...—

— Yo también te amo, Riki...—Éste se acercó al mencionado anteriormente para darle un suave beso en los labios. Se separaban por la falta de aire, pero se volvían a besar. Álvaro puso una mano en la pierna del contrario, y lentamente subió por debajo de su remera y...

Ricardo se despertó en ese momento. Sentía la cara roja y estaba todo transpirado. ¿Había sido un sueño?

Atónito, prendió la lámpara de la mesita a par de la cama y comenzó a tocarse la cara con ambas manos, para después ponerse los lentes. Algo confundido, se levantó al baño, abrió la canilla, tomó un poco de agua con sus manos y se la hechó en la remera. Quería confirmar si había sido un sueño, y si ya no seguía soñando.

Volvió a su cama, se sentó en esta, y por alguna razón sonrió y rió un poco. Luego, apagó la luz y se acostó en la cama para tratar dormir. Estuvo al rededor de cinco minutos intentándolo, pero no pudo. Cambió de posición, se sentaba, cambiaba de lugar la almohada, pero aún así no lograba dormirse; no dejaba de pensar en el sueño con Alvin.

Tenía que hablarle a alguien, pero no sabía con quién; no podía hablarle a Roberto, se lo diría a Álvaro de inmediato... ¿Y Santi? Santi era bueno guardando secretos, tal vez tiraba indirectas, pero nunca diría un secreto. Volvió a prender la lucesita, tomó su celular y marcó el número de Santiago. No estuvo tanto tiempo esperando, cosa que rara vez pasaba.

— ¿Riki? ¿Qué hacés despierto a esta hora? Si dormís como una morsa...—Decía somnoliento su amigo.

— Santi, escuchame, tuve un sueño con Alvin. —Del otro lado, Santi abrió los ojos sorprendido.

¿Tuviste un sueño con Alvin? —Repetía atontado.

— ¡Sí, Santi! Además vos sabés que me gusta, no sé qué te sorprende...—Protestaba. Santiago era la única persona que realmente sabía que a Ricardo le gustaba Pintos.

Sí, bueno, pero nunca pensé que te gustara tanto como para soñar con él. Ponele que yo nunca soñé con una mina que me gustara.

— Vos sos una cosa y yo otra Santiago. —Decía con tono sarcástico aunque lo dicho fuera verdad. Tavella rió, le gustaba hablar con Riki aunque sus charlas a solas no fueran tan constantes.

Bueno, a ver Riki. ¿Es solo eso lo que me querías decir? Mañana hay ensayo y yo tengo sueño eh.

— Sí si, creo que si.. no sé, nunca tuve un sueño con Alvin, es la primera vez, encima que me desperté justo antes de que él- —Riki se detuvo. Sintió tarde de que no debía contarle todo a Santi.

¿Antes de qué?

— Nada, nada. —

Ricardo, ¿Antes de qué? —Tave ya estaba casi amenazando a Riki de que hablase.

— Yo.. yo creo que casi garcho con Alvin en ese sueño...—Soltó en voz baja, tenía miedo de que alguien más lo escuchase aunque anduviera solo.

¿Posta? Capaz es una señal de que te declares, ¿No? —Bromeaba, aunque no del todo. En el fondo, Tave quería que Riki se declarara; era claro que realmente amaba al batero, y Santiago había visto al Musso borracho llorar por no poder decírselo.

— No jodas Santi, todavía no sé si quiero decirle. —Mencionó con un tono deprimido.

Como vos quieras Rik, pero yo digo que sí. —Próximo a esto, Tavella cortó la llamada.

Ricardo se dió cuenta y apagó su celular para dejarlo sobre la mesita. Tal vez Santi tenía razón, pero él ya no quería pensar más, al menos en ese momento. Ya hablado el sueño con alguien, se acostó relajado en la cama y cayó dormido en poco tiempo.

"uruguayo enamorado" - Alviki ‼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora