Abrió los ojos poco a poco.
Su cadera ardía al igual que su intestino grueso. A su lado el sitio estaba vacío, su acompañante había desaparecido al igual que su ropa.Dejando caer todo su peso en el sofá-cama, se dispuso a mirar al techo negro debido a la falta de luz. Intentó relajar sus músculos, regular su respiración, pensar en otra cosa, para no ponerse a llorar. Se sentía rota, física y mentalmente.
Llamaron a la puerta.
- ¿Masi? ¿Estas despierta? Soy Carol, vengo a traerte a los niños.
- ¡Un momento! - Masi se levantó, a pesar del dolor logro colocarse con rapidez la mayoría de la ropa. Para cuando abrió la puerta solo se arreglaba las arrugas de la camiseta.
- Buenos días, perdona por molestarte. Aún es temprano, pero mi hija y Carl ya están despiertos y van a molestar a tus niños, así que los hemos traído.
Carol llevaba al más pequeño en brazos y a su lado estaba Daryl con el mayor. Ambos niños abrazando al cuello del adulto y durmiendo plácidamente.
- Oh, si, un momento.- Masi entró dando pasos raros hasta la cama para sacar las sábanas manchadas de sangre y entre otras cosas.
Tanto Carol como Daryl entraron tras ella y notaron la dificultad de sus acciones, pero no dijeron nada.
Carol le dio al pequeño a Masi para que ella lo colocase como gustase en la cama. Mientras que Daryl dejó al mayor sin mucha suavidad sobre el colchón. Esté en vez de despertarse se dio la vuelta y siguió durmiendo.- Bueno, voy a desayunar con los peques. Nos vemos allí.- Carol miró a Masi para despedirse, notando que en su cuello tenía una marca roja.- ¿Que tienes allí?
- ¿El que? - Masi se tocó el cuello, pasó sus dedos sobre la piel e hizo una mueca al sentir un dolor punzante.
- ¿Que te ha pasado? Parece un buen golpe. Tendría que verte el doctor.
- No, no será nada, quizás me moví mucho por la noche.- No sonaba convencida.
Daryl seguía quieto a un lado mirando la herida de la que hablaba Carol. Una marca roja y azul de un moretón, con una forma de dedos poco definida.
- ¿Estás segura de que todo está bien? - Carol desgraciadamente reconoce aquel tipo de marca.
- Si, de verdad, estoy bien. Me pondré hielo.
- Bueno, iré con los niños, que los he dejado solos en la habitación.- Carol, sin querer meterse en un asunto al que no le han pedido ayuda, salió por la puerta sin antes decirle que debería ir al doctor igualmente.
Daryl seguía allí mirando el cuello golpeado, bajó la mirada a sus brazos y noto suaves marcas rojas.
- Gracias por traer a mis hijos. Ya puedes ir a desayunar si quieres. - Masi, con sus pasos mediocres fue hacia la ropa que sus hijos debían ponerse.
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The Walking Dead || Daryl x Oc
FanfictionUna madre y sus dos hijos, de 11 y 6 años, se enfrentaran a una nueva realidad con las mismas respondabilidades pero con mas peligros.