la luz de los relámpagos se colaba con constancia a través de las cortinas de tu habitación, y por más que intentaras, llevabas largas horas sin poder dormir.
pero te apenaba despertar a ni-ki.
se veía como un ángel durmiendo, sus mejillas ligeramente aplastadas contra la almohada, su boca sutilmente abierta y sus cabellos oscuros caían sobre su rostro.
últimamente había estado extremadamente cansado y te sentías una egoísta por siquiera considerar interrumpir su sueño.
pero cuando el sonido ensordecedor de un trueno te golpeó, accidentalmente soltaste un pequeño grito.
no había sido muy alto, pero fue lo suficiente para despertar a tu novio.
o quizás no.
porque inmediatamente se sentó en la cama, sonriendo aún con los ojos cerrados. estabas segura de que no estaba conciente de nada.
⸺amor, ¿te asustaste por los truenos, verdad?
poco a poco iba abriendo los ojos, pero cuando los abrió en su totalidad se encontró contigo, completamente aterrada.
⸺ven bebé, ¿por qué no me despertaste? sabes que estoy para ti siempre⸺ murmuró suavemente mientras te recostaba nuevamente, contra su pecho.
⸺no tienes que tener miedo, estoy aquí, y no me iré a ninguna parte.
sinceramente, te alegraste de que ni-ki se despertara, porque de recompensa te encontrabas envuelta en sus brazos, escuchando los latidos de su corazón, mientras depositaba suaves besos en tu frente.
⸺intenta descansar amor, y si necesitas algo porfavor, dímelo.⸺ dijo mientras volvía a cerrar sus ojos, esperando que hicieras lo mismo.
⸺te amo, riki.
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