desde que te levantaste, ni-ki te había notado extraña.
no quisiste desayunar, no parecías tener entusiasmo por nada y la mayor parte de la mañana la habías dedicado a estar recostada sobre la cama, en posición fetal.
definitivamente algo no andaba bien.
⸺amor⸺ te llamó con dulzura desde el umbral de la puerta⸺bebé...
nada.
tu novio suspiró pesadamente, sin saber exactamente qué hacer para hacerte sentir mejor.
se acercó hacia la cama y se sentó a tu lado, acariciando tu espalda, en forma de consuelo.
⸺no sé que puede estar pasando en esa pequeña cabeza, pero puedes hablar conmigo si quieres.
otra vez, nada.
al ver que quizás no obtendría respuesta alguna, te quitó las mantas de la cabeza para poder observar tu rostro.
sonrió en cuanto tus ojos se encontraron con los suyos y se acercó suavemente a tu pómulo derecho para plantar un casto beso ahí.
⸺dime que anda mal, por favor.⸺ te miró suplicante.
te sentaste despacio, mirando en dirección a tu regazo, incapaz de mirar a tu novio.
⸺n-no sé, simplemente estoy triste.⸺ susurraste levantando la mirada hacia él.
viste como su cara se relajaba, mostrando cierto alivio de que nada grave estuviese sucediendo.
⸺mi vida, sabes que siempre estoy aquí para lo que necesites ¿si?⸺ murmuró besando tu rostro.
⸺lo sé riki, realmente lo sé.
⸺¿que te parece si vemos alguna película que te guste, eh? puedes elegir la que sea.
estabas tan agradecida con la vida por enviarte a un ángel como novio.
⸺me gusta esa idea.⸺ sonreiste tímidamente, pellizcando sus mejillas.
⸺muéstrame esa sonrisa hasta el fin de mis días, por favor.
no pudiste evitar reír ante el comentario de tu novio.
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