two

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—Taro, ¿por qué no comes?—

El chico salió de su trance y miró a su padre, quien lo miraba con una clara preocupación. A lado su hermana estaba igual de extrañada que su padre. El chico de la pequeña familia no había comido absolutamente nada en todo el día.

Era fin de semana y Gyutaro estaba algo feliz por eso mismo. No tuvo que salir de casa en todo el día y pudo dormir más horas de lo habitual. El problema era que, si estaba todo el día en casa su familia se daba cuenta de que no comía nada.

Gyutaro Shabana, ¿por qué no has comido en todo el día?— preguntó otra vez Douma, esta vez con más severidad. No estaba enojado, estaba muy preocupado por su bebé. El chico bajó la mirada sin saber que decir.

...no me da hambre pa, estoy bien—

—pero es que no has comido nada de nada Taro. Eso te va a afectar— habló Ume esta vez.

Se sintió algo mal al recibir tantas preguntas en esos momentos, cuando no quería ver a ningún otro ser humano. Pero no quería contestar con groserías, pues amaba con locura a su familia. Además, ellos se preocupaban sinceramente con él.

—la comida se ve muy sabrosa Ume, pero... no quiero comer...no ahora...—

come un poquito aunque sea mi amor, no quiero que te pongas grave otra vez

Gyutaro miró a su padre y le sonrió con dulzura, dando a entender que no tenía de que preocuparse. Les prometió a ambos que comería más a partir de ahora y que ya no se pondría más en riesgo.

El resto de la cena pasó con risas y tiempo de calidad en la familia Shabana. Douma y Ume ya estaban tranquilos y estaban muy felices de que Taro se hubiera comido toda la comida del plato.

Era obvio que no sabían que el pelinegro de puntas verdosas vomitaría todo lo que tenía en el estómago antes de irse a acostar.

𝕦𝕘𝕝𝕪 𝕓𝕠𝕪 (𝕂ℕ𝕐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora