𝕦𝕘𝕝𝕪 𝕓𝕠𝕪 (𝕂ℕ𝕐)

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𖠳 ᐝ ꕀ

Gyutaro había tenido uno de los peores días durante su etapa en la preparatoria. Llegó directamente a encerrarse en su cuarto y a hacerse bolita en su cama. Quería llorar y sacar todo lo que tenía guardado en ese momento pero no podía. Se abrazó a si mismo y les suplicó a todas las deidades que conocía que nadie de su familia lo viera así y se preocuparan.

¿Qué era lo que tenía tan mal al chico? Un compañero de clase se había burlado de él diciendo: "a ti ni regalado te quiren como pareja".

Sin hacerlo a propósito, su mente reprodujo la cinta que contenia la macabra película de este tema, del tema que lo tenía tan perturbado y que empeoraba muchísimo sus problemas.

La situación por la que edtaba pasando era de lo más asquerosa y denigrante para Gyutaro. De todas las posibles situaciones en las que podría estar, la vida le había dado la más horrible de todas.

Si, él quería sentirse amado. Quería que lo mimaran, que lo llenaran de halagos, que le dijeran cosas para subirle el autoestima y, si era posible, quería entregar su decepcionante ser a alguien que de verdad lo amara.

Lo que menos quería era estar en una situación como esta.

No era la primera vez que ese perro lo tocaba. Al principio se había presentado como un amigable vecino soltero que parecía muy interesado en él. Trataba bien a su papá, jugaba con Ume bajo la supervisión de Dōma y aparentemente era la primera persona externa a su familia que se interesaba en él.

Era tan amable y compresivo con él que llegó un punto en el que se convirtió en el mejor amigo de Gyutaro. El pelinegro con puntas verdes nunca lo vio de forma romántica pues su vecino era mucho mayor que él, pero si lo tenía en una muy alta estima. Confiaba completamente en él.

Pero...Gyutaro se equivocó. No conoció a profundidad al maldito. Una noche salió a comprar al minisuper de su barrio y de regreso se encontró al vecino, quien se ofrecio a acompañarlo por un tramo del camino. Ya era algo tarde, y para sentirse...más seguro el adolescente aceptó.

Después de un rato, el tipo empezó a insinuarse de la nada. Intentó convencer al chico de que él era la única persona que podría amarlo de verdad y le prometió que lo cuidaría mejor que nadie. Obviamente, el menor negó todo de inmediato pues su vecino era varios años mayor que él y ambos podrían meterse en problemas.

Al recibir un "no" como respuesta, el hombre empezó a mostrar su verdadera cara. Empezó a insultar al muchacho, a chantajearlo y le dijo que pasaría si se negaba a estar con él. Gyutaro se detuvo en seco cuando el hombre dijo que si él lo rechazaba, buscaría a su hermana y a su papá y los violaría.

El terror inundó lentamente al niño, quien al darse cuenta de que estaba frente a un monstruo quizo huir de ahí para contarle a su padre que tenían que ir a la policía o algo, pero no podían dejar a ese malnacido suelto.

Pero Gyutaro no es veloz, por lo que fue muy fácil para el vecino cargarlo por la cintura y llevarselo a un basurero cercano sin luz y abandonado. El chico intentó safarse del agarre del mayor con todas sus fuerzas pero nunca lo logró. El castaño dejó caer con brutalidad al adolescente sobre el borde de un bote de basura, haciendo que este quedara casi inconsciente pues se había golpeado en toda la nuca.

Ahí, sin nadie, en un lugar maloliente y lleno de ratas, completamente solo y medio consciente, a Gyutaro le arrebataron lo último que tenía.

Todo...

Pudo sentirlo todo. Sintió sus entrañas sangrar, como el dolor se acumulaba en esa zona. Su dignidad, su virginidad, la poca belleza y pureza que aún conservaba, todo le fue arrebatado esa noche. Y lo peor es que quien lo hizo fue la única persona en la que confió de verdad.

Estaba sucio. Ya...no...todo...nada.

Recordar todo eso provocó un inexplicable dolor en el vientre del chico. Aún lo recordaba con nitidez; recordaba las amenazas de más abusos, hacia su familia y hacia él mismo. Así que por más que quisiera no podría decirle a su padre que era lo que le sucedía. Era por su propio bien y por el de su familia.

Así que hizo lo de siempre: cargar con sus problemas él solo y aguantar. Aguantar tanto como pudiera, aguantar hasta que se quebrara por completo.