𝕦𝕘𝕝𝕪 𝕓𝕠𝕪 (𝕂ℕ𝕐)

three

El maestro hablaba y hablaba sobre todas las formas que hay para expresarse artísticamente y a decir verdad, lo hacía bastante bien. Ese maestro hacía bien todo.

Pero Gyutaro no prestaba atención a la clase, no. Su mente solo estaba centrada en la forma tan cautivadora en la que el maestro daba su clase. Y es que Tengen Uzui no solo era una de las personas más hermosas de la academia, si no que también era de los mejores maestros a la hora de enseñar y cautivar a los alumnos.

Gyutaro lo odiaba.

Lo odiaba por ser tan perfecto, tan hermoso, por ser tan especial.

Pero se odiaba muchísimo más a si mismo. El adolescente solo se torturaba por no ser lo suficientemente bueno en nada. Las pocas cualidades que tenía no le servían de nada ahí en la escuela.

Era la misma situación de siempre. ¿Por qué no podía ser igual de bonito que el resto de sus compañeros? ¿Por qué no encajaba ahí? ¿Qué estaba mal en él?

Intentó convencerse muchas veces de que no era él si no que eran los demás, pero fue inútil. Todos ahí le habían dicho muchísimas cosas que no lo dejaban dormir tranquilo. Que era horrible, que con ese carácter tan feo nadie lo iba a querer, que su familia no lo amaba realmente y solo lo cuidaban por obligación y que las pocas personas que le habían hablado alguna vez lo hicieron por pena.

Muchas personas se lo habían dicho ya, eso podría significar que si era verdad y que nadie lo podría amar.

Al estar tan preocupado por todo eso no escucho cuando el profesor lo llamó para que participara, y como no había prestado atención antes no supo como contestar.

Como de costumbre, la clase se rió de él. Gyutaro bajó la cabeza apenado y le dieron ganas de llorar, por lo que hizo su mayor esfuerzo por contener sus lágrimas.

Tengen se dio cuenta de esto y miró con tristeza a su alumno. Era horrible ver como todos ahí minimizaban los grandes problemas con los que cargaba el muchacho.

Ese era un gran problema. Todos veían el comportamiento errático e irregular del azabache, por lo que llegaban a la conclusión errónea de que no quería hacer amigos o simplemente era muy antisocial como para mostrar otra versión de si mismo. 

Y por más que les explicara su situación ellos no lo entendían. No creían que aquello fuese un problema grave.