five

61 9 10
                                    

Otro día aburrido de clase estaba por terminar. Todos los días eran iguales y no había nada nuevo, por lo que la vida empezaba a verse sin valor para Gyutaro.

Realmente ya no había razones para vivir, por lo menos no para él. Todo era exactamente igual y él se desesperaba por eso mismo. Ya no quería seguir...

Los alumnos ya estaba emocionados por salir cuando su maestro de edad avanzada alzó la voz para hablar.

-- recuerden que vamos a empezar a trabajar con el proyecto, y va a ser en parejas así que vayan organizándose de una vez.

Un gran reclamo salió de la boca de cada alumno, cosa que no le importó en lo más mínimo al profesor de filosofía. Nuestro protagonista empezó a sentirse mal de nuevo cuando se dio cuenta de que nadie se acercaba para hacer dúo con él. La mayoría ahí ya tenían amigos y hacían los trabajos entre ellos, pero él estaba solito. Otra vez.

Los alumnos salieron poco a poco del salón, siendo Gyutaro el último en salir. Iba caminando cabizbajo y algo jorobado como siempre, mientras su mente lo insultaba por ser tan desagradable como para que nadie quisiera hacer equipo con él. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta de que alguien lo seguía constantemente.

Fue a su casillero para sacar todas sus cosas e irse ya de ese asco de lugar; odiaba estar ahí. Cerró el casillero normalmente cuando algo no normal apareció frente a su cara, un poco muy cerca de él. Era un chico unos centímetros más bajo qu él, de ojos color verde agua y un corte de cabello muy estiloso. Era lindo a decir verdad. Pero, ¿por qué estaba ahí? Él desconocido empezó a hablar.

-- Uh, hol-

-- escucha, he tenido un día horrible y no quiero tener que escuchar más comentarios ofensivos sobre mi físico o aguantar bromas pesadas. Porfavor dejame en paz.

El otro chico se confundió bien feo e hizo una mueca algo...graciosa.

-- yo no quiero molestar, ¡lo juro!

-- entonces ¿qué es lo que quieres?

El extraño se sonrojo un poco y rió nervioso mientras se rascaba la cabeza.

-- bueno, tú y yo vamos en el mismo salón sabes...

-- ajá, ¿y qué con eso?

-- bueno yo...quería, eh... ¿quieres ser mi pareja? DIGO- es para el trabajo, si eso, ¿entiendes?

Gyutaro no podía ver su propia cara, pero sabía que justo en ese momento tenía la expresión más cómica y confundida de la historia. Apoco si.

-- ¡vamos, por favor acepta! Y de paso nos hacemos amigos, ¿no crees?

-- ...¿cómo sé que esto no es una broma de mal gusto?

-- ...sabes, yo soy una persona que disfruta mucho de molestar a los demas; es mi pasatiempo favorito. Pero a ti, solo a ti, a ti nunca te haría daño ni te faltaría el respeto. Espero que esto no sea raro para ti...

Oh por Dios, ¡pero claro que era extraño! ¡Ni siquiera se sabe el nombre del tipo! Nunca había notado la existencia de esa persona y ahora quería ser su amiga...todo esto era extrañamente sospechoso.

Pero, había una pequeñisima probabilidad de que el otro chico hablara en serio. Tal vez esto sería el principio de una mejora en su vida, solo tenía que arriesgarse un poco. Total ya no tenía nada que perder.

Y bueno, por fin habría algo nuevo en su día a día.

𝕦𝕘𝕝𝕪 𝕓𝕠𝕪 (𝕂ℕ𝕐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora