LIES.

Capítulo 8: La guarida.

La amistad y el amor son cosas distintas.

–Marni Bates.

– ¿Ya me dirás quién es Jordan Donovan? –Preguntó Max confuso por milésima vez.

– Es la milésima vez que me lo preguntas. –Respondí irritada.

– Es la milésima vez que no me contestas. –Contestó a la defensiva.

– Ehh, sí te contesté.

– Decir: "El chico que te saludó", no es una contestación apropiada, Mia.

– ¿Y qué quieres que te diga?

– Pues no sé, cuál es tu relación con él, yo que sé.

– Si te refieres a que sea mi novio, no, Jordan Donovan no es mi novio, Max.

Sólo se limitó a mirarme, y los minutos de silencio que después de eso siguieron fueron lo suficientemente incomodos como para desear irme.

Cuando al fin llegamos a "la guarida" ambos nos bajamos sin emitir sonido alguno.

La guarida, oh dulce y hermosa guarida, te he extrañado tanto. Tantos recuerdos, tantas experiencias por recordar, tantos momentos por revivir...

La guarida es nuestro lugar, y por nuestro lugar me refiero a sólo de Max y mío. La guarida es un lugar que ambos descubrimos un día al salir del colegio. Acabábamos de entrar a la secundaria, ese día, recuerdo que mis papás estaban demasiado ocupados con un socio de la empresa que les estaba dando problemas, así que me dijeron que mandarían a Nana por mí, a lo cual me negué, Nana ya tenía suficiente trabajo como para pasar a buscarme. De camino a casa Max me alcanzó y decidió que me acompañaría hasta mi casa, él al ser de una familia humilde no se podía dar el lujo de que sus papás fueran a dejarlo a la escuela y fueran a recogerlo. Al pasar por un hotel viejo y abandonado que quedaba de camino a casa me detuve y lo reté a que brincara la cerca y entrara. Él aceptó, pero con la condición de que yo también lo hiciera. Acepté.

La guarida no es el viejo hotel abandonado, es lo que éste esconde detrás de él.

¿Han experimentado el suficiente miedo como para querer llamar a la policía? Bueno, yo sí.

No contaré a detalle lo que ese día vivimos, ese viejo hotel esconde muchos secretos, que de no ser por Max no hubiéramos descubierto. Aunque sin duda nuestro lugar preferido es la guarida, la guarida está justo detrás de ese viejo hotel, es su patio trasero, es lo único que lo hace atractivo. La guarida es una serie continua de arbustos, que conforman un gran laberinto, lleno de vida, intriga y pequeños animales.

Nos tardamos cerca de una hora para encontrar el punto centro de este y otra más para encontrar la salida. Es un lugar hermoso, que de no ser por ese viejo hotel de miedo nunca hubiéramos conocido.

Después de eso se volvió nuestro lugar favorito de mejores amigos, y volvíamos siempre después de la escuela. Aunque no fue hasta el último año de preparatoria cuando le contamos a Alaska y Meghan sobre "la guarida".

– Hace tiempo ya, desde la última vez que venimos. –Dijo parándose justo frente a la cerca contemplando el hotel.

Después de la secundaria entramos al bachillerato y fue cuando tuvimos nuestros "problemas de pareja", nos dejamos de hablar y por lo tanto dejamos de venir. El último día de clases de preparatoria al ser otra vez mejores amigos, tomamos la decisión de volver, y de invitar a Meghan y Alaska, stas últimas se negaron a entrar cuando lo vieron primeramente, pero después de insistencia al fin entraron, y sin cinco minutos de admirar el hotel y ver el laberinto, se regresaron al auto y nos tacharon de locos. Al regresar ellas también tuvimos que hacerlo nosotros. Esa fue la última vez que venimos.