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.El viento rompía contra la copa de los árboles con una fuerza salvaje, revolvía mis cabellos tan intensamente despeinando mi cabellera ya revuelta por todas la horas que pasé tratando de dormitar, aunque esa tarea fue imposible, estaba absorta en mis más profundos pensamientos. Fue entonces que decidí contemplar el cielo nocturno desde mi ventana, la noche estrellada apaciguaba la maraña de pensamientos que existía dentro de mi mente. La ventana de mi habitación daba hacia la calle de mi vecindario, silencioso y tranquilo como solía ser todos los días, pero la tranquilidad por las noches era excepcional, ya que por lo general, los autos, los niños y los perros contaminaban el silencio durante el día con sus actividades diurnas. La noche era la ocasión ideal para encontrar la paz en un mundo tan agitado.
Busqué con ansias el viento fresco sobre mi rostro, necesitaba calmar esta incomodidad y el calor que me sofocaba. La única parte buena del verano son las noches serenas. Entrecerré mis ojos cuando el golpe de aire impactó contra mí, hizo sentirme nuevamente en la realidad que necesitaba estar ahora mismo, sentir algo palpable, algo fuera de mi imaginación, algo que me lleve a recordar y no olvidar. Algo que me acerque más a él. Pues ya mis lagrimales se habían secado, y con él todo rastro de sentimientos depresivo, ahora solo existía una apresora apatía.- Jadeos silenciosos -
Levanté la vista hacia el cielo, las estrellas parecían más vivas que nunca, aunque lo más probable era que hayan perecido hace mucho tiempo atrás y lo único que queda de ellas es su brillo viajando a través de espacio. Una existencia muy poética. Muchas de ellas titilaban de forma eufórica, otras permanecían con su brillo constante. Algunas se aglomeraban para formar un extenso brazo de luz blanquesina, una de las extremidades de la Via Lactea que se imponía ante nosotros, otras resultaban dispersar por el cosmos, dando la imagen de vagabundas sin rumbo aparente.
Buscaba en ellas las constelaciones de las que tanto me había hablado mi padre, pero no logré ver a ninguna, quizá si hubiese prestado atención.Sin tan solo hubiese prestado atención.
A pesar de ello, por fin era capaz de entender la belleza de la que tanto me había hablado mi padre, la noche en todo su esplendor, una criatura eterna que no conoce límite alguno, albergando toda clases de paisajes hermosos todavía inexplorados por hombre. No hay duda alguna de que se trara de un espectáculo que pocos sabe apreciar.
- Los jadeos se intensifican. -
Quité la vista del firmamento, apoyé mi cabeza sobre mi mano derecha la cual estaba apoyada sobre mi codo en el marco de la ventana, observé la calle vacía, las farolas encendidas, al ver las luces iluminando las calles desiertas algo en dentro de mi corazón se desquebrajó, observé el cielo, todas aquellas estrellas que la luz artificial escondía con su luz. Aborrecí no poder contemplar aquellas el firmamento nocturno, era lo único que me quedaba cuando estaba triste y desamparada, era el momento en el más cerca estaba de mi padre. Acogí ese sentimiento lo intensifiqué sin que me diera cuenta, entoncés fue cuando el resentimiento se apoderó de mis emociones. Apreté mi puño, andurecí mi mandíbula. Aquellos sentimientos que aprisioné inconcientemente afloraron nuevamente, invadieron mi corazón, me afligieron una vez más, hirieron mis recuerdos. El vacío dentro de mi alma volvería, las lágrimas rodearían mis mejillas, el llanto crecería, pero permanecería silencioso.
¿Por qué a mí?
¿Por qué él?
Prometí en ese instante poder apreciar la magnificencia del universo con mis propios ojos, tal y como él deseó siempre. Mantendría esa llama en mi corazón, sus anhelos también se volverían los mios.
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Luces del Universo
FantasyAlexa descubre que es la reencarnación de una guerrera de las estrellas, ahora deberá lidiar con la responsabilidad de sus acciones, con sus secretos. ◇ El mundo guarda un secreto peligroso, una poderosa fuerza que podría cambiar curso del universo...