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.- Entonces... ¿qué sucedió después?
- Después... Después sentí una quemazón en mi pecho. Se sintió... poderoso.
- ¿Qué pasó con la mujer que te perseguía?
- Desapareció.
- Por dios, Alexa, ¿puedes dejar de ser tan dramática?
Reprochó la castaña a su lado, sus ojos clavados en Alexa exigían respuestas a esta historia tan inverosímil como atrapadora, al igual que su amigo a la izquierda suya, los dos prestaban atención a cada mínimo detalle que Alexa iba relatando. La fascinación superaba con creces su incredulidad.
Alexa por otro lado estaba horrorizada por la forma morbosa en la que sus amigos la miraban, lo de anoche excedía la frágil línea de lo normal. Lidiar con un intento de asesinato por parte de un ser extraterrestre no es algo que suela pasar tan seguido. Bueno, no tanto últimamente. frotó su antebrazo derecho preocupada, ardía como si una llama lo hubiese quemado.
Ardía desde anoche.
Desde ese momento.— Pueden dejar de mirarme así. No soy una maldita pintura extraña. — Los dos jóvenes intercambiaron miradas, movidos por la misma preocupación fraternal hacia su querida amiga.
— Lo sentimos, es solo que todo es demasiado extraño. Te creemos, por supuesto. Pero queremos entender lo que te sucede. — Agregó la muchacha. Los dos tomaron las manos de Alexa dispuestos a brindarle su apoyo incondicional. — ¿Puedes contarnos desde el comienzo? Sin pausas. Trata de hacer memoria.
Los desamparados ojos de Alexa los observaron en busca de consuelo, encontrando en ellos la confianza que necesitaba, el verde esmeralda de su mirada brilló con pequeños destellos de seguridad, sus labios esbozaron una sonrisa tímida que afloró en el panorama grisáceo de su rostro. Tomó una bocanada de aire y lo exhaló lento antes de retomar su historia desde el principio.
La luna pendía en el cielo con su luz de plata iluminando el camino terroso, en una escena nocturna donde la única compañía que tenía era el sonido de los insectos que hacían su vida nocturna otra noche más, los perros que a la distancia emitían ladridos perdidos, o el viento, que soplaba con ánimo sobre su cabello que cedía ante el golpe frío de la corriente de aire. Y sobre todo, las estrellas en firmamento despejado, contemplarlas en el verano era de las cosas que más despertaban el interés de Alexa. No porque tuvieran una posición específica para poder estudiarlas, su pasatiempo se encaminaba más por el lado de la belleza y la apreciación, y en esta época del año, era donde más paz encontraba para hacerlo.
El polvo se levantaba a su alrededor mientras pedaleaba con tranquilidad en medio del camino, fundida en sus pensamientos, mirando al cielo, en concreto a la estrella más brillante que se erguía sobre su cabeza. La que extrañamente se hacía más brillante.
Detuvo en secó su bicicleta, el bolsillo de su short vibraba notable y con regularidad, sacó de él su celular, era una llamada de su madre. Alexa lo abrió y atendió exasperada, sabía que llamaba para regañarla por las altas horas de la noche. Ella entendía su preocupación, la entendía perfectamente, pero no quería lidiar con ella ahora mismo. Pues intuía el discurso que vendría en el altavoz.
Dio un profundo suspiro. Y contestó.- Hola, mamá. Sí, ya sé que es tarde, estoy yendo hacia casa. No, mamá, no estoy lejos. - Mientras dejaba que su madre descargué su preocupación, ella observó el cielo, la estrella que venía siguiendo ya no estaba. ¿Las estrellas podían desaparecer súbitamente? - Estaré en casa en cinco minutos te lo prometo. Ok, yo también te amo.
Cuando cortó la llamada otro suspiro invadió su silencio, uno más pesado y opresor. Había mentido, no estaba cerca, todavía le faltaba recorrer unos tres kilómetros más antes de llegar al pueblo.
Guardó su celular en su bolsillo otra vez.
Montó su bicicleta retomando el viajé, cuando una especie de zumbido se presentó detrás de ella, se oía lejano, como un avión surcando el cielo. El sonido se hacía cada vez más presente y aterrador. Los aviones definitivamente no se escuchaban así, tan fogosos. Dirigió su vista detrás de ella, solo para encontrarse una luz que se aproximaba peligrosamente en su dirección, no tuvo tiempo de hacer algunos metros más antes de que cayese de lleno contra el camino. El temblor que generó la tiró de su bicicleta, estampándose de lleno contra el suelo.
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Luces del Universo
FantasiaAlexa descubre que es la reencarnación de una guerrera de las estrellas, ahora deberá lidiar con la responsabilidad de sus acciones, con sus secretos. ◇ El mundo guarda un secreto peligroso, una poderosa fuerza que podría cambiar curso del universo...