Namjoon 8

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Mis fosas nasales se dilataron con furia ,no sabía exactamente que le había dicho Wonyoung a Jin ,pero sabía que lo había lastimado ,podía verlo en la expresión de su rostro .

¿Qué pasaba con esta familia ?

Además del hecho de que todos y cada uno de ellos estaban locos, con la excepción de Jin, todos parecían pensar que podían tratar a Jin como la suciedad bajo sus pies y estaba bien.

Definitivamente no estaba bien.

Me lamí el labio inferior, logrando sofocar mi ira cuando Jin comenzó a caminar hacia mí. Tan pronto como me alcanzó, lo agarré del brazo y comencé a guiarlo hacia mi edificio de apartamentos.

-¿Qué quería ella?

-Una cita.

Tropecé en mi sorpresa.

-¿Ella quería qué?

Jin suspiró .

-Ella amenazó con enviar a mi papá para que me golpeara si no le conseguía una cita contigo. Aparentemente, ella tiene planes de casarse contigo.

-Ya estoy casado.

Jin resopló.

-Eres afortunado.

Sí, estaba pensando eso.

-Según Wonyoung, ser vista en tu brazo significa que se hará notar, e incluso si eso no funciona, podrá vivir como una reina porque eres rico-. Jin inclinó la cabeza hacia atrás y me miró. -Se supone que debo hacer que suceda.

-Creo que tenemos que movernos.

-Escuché que Europa es agradable.

-¿Es eso lo que quieres? -Yo pregunté. -¿Quieres que nos vayamos a Europa?

Haría que sucediera si así fuera.

Una sonrisa tiró de los labios de Jin.

-Tu negocio está aquí, Namjoon.

-Mi negocio es global, Jin. Puedo trabajar desde cualquier lugar-. Tomaría algunas maniobras, pero no era imposible. -Simplemente trabajo desde aquí porque aquí es donde está mi base de operaciones. Nada dice que no podamos trabajar desde una de mis otras oficinas.

-No quiero trastornar tu vida más de lo que ya lo he hecho.

Me detuve, agarré a Jin por los hombros y lo giré hacia mí.

-Escúchame. No has alterado mi vida en absoluto. En todo caso, la has mejorado. Siento que ahora tengo a alguien con quien compartir todos mis secretos, alguien que me escuchará no porque esté pagándoles sino porque les importa lo que tengo que decir.

-Sí, -susurró Jin. -Puedes compartir lo que quieras conmigo, y te escucharé.

-Sé que lo harás, bebé-. Pasé mi mano por la mejilla de Jin hasta que pude enroscar mis dedos en el cabello en la base de su cuello.

-¿Por qué no empezamos con una orden de restricción? -Hoseok sugirió de la nada. -Escuché todo lo que dijo. Amenazó con enviar al padre a golpear al joven si no hacía lo que ella quería.

Hoseok nos dio una de sus raras sonrisas mientras sostenía su teléfono celular.

-Incluso lo grabé en cinta.

-¿La tienes amenazando a Jin en la cinta?

-Lo hice, señor-. Los ojos de Hoseok se dirigieron a Jin. -Supongo que por eso te acercaste a mí.

-No sabía que ibas a grabarlo, -respondió Jin, -pero me acerqué a ti para tener un testigo de lo que estaba diciendo. Wonyoung siempre tiene mucho cuidado de no amenazarme cuando otras personas alrededor, pero... eh...

il contratto di matrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora