Después de un mediático y difícil divorcio, ______ decide concentrarse en su carrera y en su hijo. Pero un inesperado reencuentro, mientras acompañaba a su hermano en una premiere, la hace reemplantearse de volver a creer en el amor.
Tal vez tenga o...
Estuve ocupada toda la semana preparando mi show para los Billboard Music Awards. Ensayando, revisando el sonido y coordinando todo con los bailarines.
Fueron días muy exhaustos.
Debido a eso no había visto a Lizzie, ella también estuvo ocupada con entrevistas con el elenco y otras cosas. Una película de marvel como Endgame no se tomaba a la ligera, por lo que eran algo estrictos con las entrevistas y promoción.
Hasta hoy pudimos vernos, pero estuvimos conversando todos los días por mensaje. Realmente no hubo un día donde no habláramos, ella me contaba como le estaba yendo, yo le enviaba fotos de los ensayos y viceversa, mi galería cada vez se llenaba más de sus fotos.
Hoy decidimos reunirnos en su casa, me estaba dando un recorrido por su huerto. No podía evitar sonreír por la manera alegre y emocionada que explica y habla sobre lo que le gusta.
Su huerto es grande y tiene muchos cultivos, frambuesas, tomates, fresas, moras, lechuga y otras cosas.
—Perdón si te aburro, me emocioné—dijo tímida.
—No, para nada, es muy entretenido verte y aprender. No soy mucho de plantas y no sé casi nada
—Ya tendremos problemas—dijo y reí porque lo dijo de la misma manera en la que yo le dije lo de los perros.—Para que veas lo que se siente—sacó la lengua arrugando la nariz.
—Aprenderé contigo, solo si quieres pasar más tiempo conmigo
Dejó de reír y solo mantuvo la sonrisa en sus labios.
—Me encantaría pasar más tiempo contigo—murmuró desviando la mirada. Siguió con su recorrido mientras me hacía sostener una cesta para recoger algunas frutas y verduras que utilizaría en la comida.
Le tomé unas cuantas fotos por lo linda que se veía paseando entre las plantas.
—Sabes...ya entendí porque no eres de animales, eres la señora de las plantas—dije guardando mi móvil en mi bolsillo.
—Si lo soy—asintió.—Ya tengo todo, vamos
Entramos de nuevo a la casa, dejé la cesta en la Isla de la cocina.
—Me es útil un par de músculos—dijo tocando mi bícep derecho.—¿Haces mucho ejercicio?
—Sip, me gusta deleitar a las personas en mis conciertos—dije egocéntrica y le guiñé un ojo.
—Eres todo un caso—rió negando con la cabeza.
—¿Estoy mintiendo?—pregunté de manera coqueta. Fingió no escucharme y empezó a lavar las verduras.—¿No te gustaría comprobar mis resultados de tanto ejercicio?
—¡______!—golpeó mi hombro y se sonrojó completamente.—Controlate
Reí y le ayudé a lavar y sacar lo que necesitaba para cocinar.
—Liz, yo no soy buena cocinando. Soy buena para conversar con la persona que cocina y también para molestar, pero puedo intentar ayudarte
—Bien—asintió riendo.
Lavó unas frambuesas que se me antojaron mucho.
—Están deliciosas
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